Soledad [Priv. Arthur Kirkland]

La noche se sentía calurosa; no había ni una sola brisa la cual apreciar, era verano, por lo tanto no había nada de frescura.

Usotsuki flotaba por el pasto de aquel gigante bosque; donde nadie se atrevía adentrarse en su totalidad, ya que se rumoreaba que existían seres mágicos o quizás malignos. Así que Usotsuki concluso que nadie estaría ahí en medio de una noche tan oscura, que por si no fuese ayuda de las luciérnagas, ese lugar sería como un sótano, solo verías negro sin una linterna en mano. La chica sonrió melancólica al ver tales insectos sueltos por todos lados, le recordaba cuando era una pequeña niña con sueños y anhelos; pero ahora esos ideales se habían destrozado por completo, no solo al morir, si no al transcurro de toda su adolescencia.

Su vista estaba perdida, veía nada más que al horizonte y solo pensaba en los pequeños recuerdos que su mente recreaba. La chica al darse cuenta de lo que pensaba, sacudió su cabeza bruscamente de lado a lado y trató de olvidarlo; ya no podía vivir de nuevo, y si le dieran la oportunidad de hacerlo, tampoco lo haría. No quería regresar a esos tristes momentos en los cuales todo el mundo la trataba de mal modo, no, jamás.

Vagó por el interminable bosque solamente para descansar o para explorarlo, ella no había hecho casi nada en aquella ciudad así que lo mejor sería explorar sus lugares poco a poco. Usotsuki flotó un poco más alto, se acomodó en una posición sentada y posó sus manos detrás de su nuca, cerró sus ojos relajándose cambiando su sonrisa a la de una juguetona; como siempre la tenía. Pensó en querer hablar con alguien, quería al menos entablar una conversación pero sin sus mentiras, claramente.

Aquella noche era perfecta para él se adentro dentro de un bosque que según se rumoreaba estaba encantado, eso en definitiva le llamaba mucho la atención; había llevado consigo un abrigo, una linterna y su libro de conjuros todo lo que podía necesitar incluso su celular había dejado en casa, era bastante oscuro en aquel lugar llevaba en su hombro derecho una de sus hadas amigas que invocó antes de salir, ella iluminaba su camino y podía advertirle si había alguien a su alrededor.

Aquel lugar le parecía sumamente hermoso bajo el manto de la oscura noche, las luciérnagas jugueteaban con su compañera mientras el caminaba maravillado; apenas un poco de la luz de la luna y estrellas se colaba entre los árboles. Quería recorrerlo por completo quizás nadie por miedo lo hubiera hecho y anhelaba ser el primero, quizás descubriera algo importante ..algo mágico probablemente. Ojala lo de aquel bosque no fuera nada mas que una falacia regresaría decepcionado a casa de ser así, sintió una presencia en aquel bosque preguntándose que seria. Subió su vista mirando a sus alrededores su hada se había quedado atrás, luego iría tras ella, de pronto le pareció ver a una joven flotando en el aire como descansando.

-¿Hola?- preguntó en una voz calmada y algo baja comparada con su tono de voz habitual no quería molestarla, mientras esperaba su respuesta le examinaba con la vista tenía un tono de piel bastante pálido y su cabello era rubio como el de él. Había mucho silencio en ese lugar le sorprendía que una persona estuviera allí a esas altas horas; o lo que es más pensaría que primero lo atacaría algún monstruo antes que encontrarse con una persona.

El ‘calor’ que todos se quejaban Usotsuki no podía sentirlo; era un ‘fantasma’ después de todo, no sentía nada, ni siquiera alguna temperatura; era como algo transparente que no existía. Frunció el ceño ligeramente al pensar que era algo ‘transparente’ claramente si existía; los llamados ángeles y demonios eran seres, al igual que ella. Así que optó por olvidar aquel comentario que pasó por su mente como un relámpago y relajó su rostro, haciendo desaparecer la sonrisa que traía en el rostro. Necesitaba un tipo de descanso, ese lugar era tan tranquilo que parecía un abismo; lleno de silencio más que le ruido de los insectos pasar por ahí, era como las escenas de algún cuento de hadas que su madre nunca leyó para aquella niña llena de farsa que solía ser de pequeña.

Estaba por dormir tan tranquilamente, hasta que sintió una presencia; parecía la de algún humano, pero no estaba del tanto segura; aquella aura era algo diferente a la de aquellos. No quiso estresarse en saber si ahí había alguien o no, tal vez cuando la viera flotando saldría corriendo como otras personas tan asustadizas que se había encontrado varias veces, cruzó las piernas aun flotando y dejó escapar una risita al recordar esas memorias tan divertidas para ella.

Pero escucho una voz masculina; Usotsuki, algo enojada, abrió sus ojos dejando ver los colores azules llamativos que traían, alargó su sonrisa que no era la de una persona amigable, si no de alguien burlón y que no parecía cuerdo. Se enderezó y buscó con la mirada a la persona quien había hablado, topándose con unos ojos tan verdes que pudo haber visto y unas cejas ultra únicas, esto último hizo que Usotsuki pegara una sonora carcajada haciendo que sus ánimos se elevaran. Aquel hombre parecía un hombre atractivo; su cabello parecía desordenado, llevaba una linterna en mano y un libro en la otra. Usotsuki flotó acercándose a él, pero no tanto, había dejado mucho espacio entre los dos.

— Vaya vaya ~ — comenzó la chica — Tenemos al fin un… ¿humano? Que decide adentrarse en este interminable bosque… — Usotsuki rió ligeramente antes de proseguir — ¿Y qué es lo que haces aquí, si puedo preguntar? —

-¿Te sorprende?- le miró con una leve sonrisa en sus labios mirándole con sua expresivos ojos verdes

-Solo explorar, la curiosidad no tiene limites supongo- hablaba con tranquilidad como si estuviera muy acostumbrado a hablar con seres así, de hecho lo estaba. Probablemente ella fuera un espíritu... por lo que lograba suponer; aunque él lograba ver a los espíritus tan nítido que podía confundirlos con personas y solo se daba cuenta cuando le decían que hablaba solo. A pesar de que muchas veces pasara por loco lo consideraba un gran don.

-Y... ¿Tu qué haces? Igual si no te molesta responder y se puede saber - pregunto bastante educado guardando la linterna en un bolsillo para ahorrar su batería y no se fuera a quedar a oscuras después sin saber donde salir. No era muy preocupante si no que luego se le agotarán sus poderes y no pudiera invocar a sus amigas de nuevo por un tiempo y quedarse perdido por lo despistado que es.

— Bueno, claro que me sorprende, seguro… — la chica rió, entrecerrando sus ojos por la gran sonrisa que le crecía en el rostro — Ningún humano gusta de venir aquí a la mitad de la noche, este bosque es tan oscuro… —

Le dio un vistazo al chico, se notaba que era de clase alta; no se veía que era alguien de por aquí, a Usotsuki le recordaba a esos ¿príncipes? De las historias de hadas que mostraban los libros, y con este paisaje parecía una historia que mostraban los libros infantiles. Tsuki sonrió un poco melancólica, pero al instante ese sentimiento desapareció y fue remplazado por uno de burla.

— Claro... la curiosidad a veces puede ser peligrosa, ¿sabes? — habló la chica oji-azul, dejando de flotar y tocando el piso con sus pies descalzos, acercándose un poco al chico delante de ella — ¡Podría salir de la nada un demonio! — abrió los ojos como si fuera de sorpresa; llevándose sus manos a sus mejillas como si realmente le preocupara.

Pero rió enseguida ante aquel gesto tan tonto; escuchó la pregunta del oji-verde y respondió rápidamente:

— Bueno, quería venir aquí ya que nunca lo he hecho, soy nueva en este lugar así que un poco de exploración no vendría tan mal — notó el libro que llevaba en su mano, ¿tal vez era para leer en paz? Bueno, no era muy seguro, ya que este lugar era muy oscuro, sin las luciérnagas. — Soy Usotsuki, un gusto… — La chica esperó a que la persona delante de ella se presentara, tendiendo la mano.

-He de ser un caso especial entonces- continuó con su leve sonrisa en el rostro mirándole a los ojos, aquellos ojos azules le habían recordado a los de un niño que cuidaba una vez cuando viajó a Estados Unidos con el que se encariñó mucho durante ese tiempo; sentía algo de curiosidad de como estaría hoy en día.

Saliendo de sus pensamientos volvió a la conversación cuando ella hablo riéndose un poco del gesto tan gracioso que había hecho cuando dijo lo del demonio. -Pues entonces.. ¿Quisieras que exploremos juntos? Un poco de compañía no vendría mal ¿No te parece? - preguntó. -Además hacemos lo mismo-

Cuando ella extendió su mano al presentarse la tomó con delicadeza alzandola leve y bajándose para darle un suave beso su piel era extremadamente fría con eso confirmó sus sospechas aún cuando las almas no poseían un cuerpo el podía tocar su mano como si realmente tuviera uno, para él no era cosa de otro mundo.

-Un placer conocerla, señorita Usotsuki. Tiene un nombre muy peculiar, el mio es Arthur Kirkland - le dijo alzando su mirada y volviendo a ponerse derecho soltando su mano despacio.

— Claro, da un poco de miedo estar por su cuenta en este oscuro lugar, ¿eh? — respondió sonriendo ahora ligeramente, le agradaba estar en compañía de alguien, no se sentía cómoda la mayor parte del tiempo en su soledad, aunque dijera que le gustase.

Usotsuki se sonrojó ligeramente al sentir el tacto de los labios del chico en su mano, rio un tanto nerviosa pero divertida, sintió un agradable escalofrío pasando por su espalda y cuando el chico soltó su mano, Usotsuki se llevó sus manos a sus mejillas, dando una gran sonrisa llena de diversión.

— Hay hay que me pongo colorada ~ — dijo Tsuki tratando de ser divertida. Nadie en toda su vida le había hecho tal gesto, es más, nadie había querido presentarse con ella o ni siquiera darse alguna mirada alegre. — Nadie ha hecho un saludo así en estos tiempos, ¿por qué tanta elegancia? ~—

Posó sus brazos en sus costados, tranquilizándose un poco; le agradaba aquel chico, parecía venir de una familia muy elegante y respetuosa, o algo así. Al escuchar el nombre de su acompañante, dijo:

— ¡Que nombre tan lindo! Parece ser el de un príncipe inglés, ¿no? — dijo abriendo los ojos con sorpresa y empezar a caminar a un camino al azar. — Hehehe, si, lo sé, mi nombre es un tanto raro… pero su significado queda tan bien en mí ~ — al terminar, Tsuki pensó algo para empezar alguna buena conversación, pensó hasta tener una idea y preguntó: — Y bueno, Arthur, ¿qué te ha traído a este peculiar lugar?

- Supongo que somos los únicos valientes que estamos aquí- soltó apenas una pequeña carcajada por su reacción de cuando besó su mano cubriéndose la boca un poco con la mano. -¿En estos tiempos? En mi país aún se hace, es educación- Dijo con cierto orgullo cerrando por un instante sus ojos con su cara hacia el cielo sintiendo apenas una muy ligera brisa algo cálida debido al verano, le gustaba era algo muy poco común en su país allá llovía mucho y casi siempre era muy frío.

-Es verdad, de hecho es de un antiguo rey Arthur of Britain.. hablando de eso, yo vengo del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.. no soy de por aquí -en definitiva le daba orgullo hablar de su nación para él significaba mucho. Así hubiera recorrido muchos mas lugares ninguno se comparaba con su hogar, claro que igual cada lugar nuevo tenía su encanto.. y éste lugar definitivamente tenía uno bastante único.

-Lo que me ha traído aquí es algo que me llamó la atención; leyendas y esas cosas, me encantan las historias, aún mas si son reales - Miró un poco a su alrededor y luego volvió su vista a la chica nuevamente- ¿Y a ti? ¿Qué te trajo? - su mirada era de curiosidad y sus ojos no podían ocultarlo en lo más mínimo por mucho que él así lo quisiera, estaba realmente interesado en saber.

— ¡Pues que país tan educado! — exclamó Tsuki muy sorprendida, si todas las personas de donde venía este chico hacían ese ‘saludo’ entonces Tsuki le encantaría ir a aquel lugar, sin dudar. — Deberá de ser un país muy increíble… —

Usotsuki sonrió, le encantaba conocer nuevos lugares, cuando ella tenía vida no podía ver más allá de su nariz; le gustaba estar encerrada en su cuarto escondiéndose del mundo. Pero ahora, ella estaba libre con el ‘nuevo’ cuerpo que tenía, podía hacer lo que quiera sin que nadie le dijera que era un error.

— Mmm, ya veo… Yo solo leía algunas cosas de ese lugar en los libros que tenía en casa, así que perdona si soy toda una ignorante, hehe. — rió nerviosa rascándose la mejilla con su dedo índice, un poco avergonzada por su ignorancia. Aunque a Tsuki le gustase conocer cosas nuevas, nunca había logrado conocer algo más allá de su hogar, y no tenía mucho conocimiento ya que nunca prestaba atención en la escuela, pero los libros la ayudaban y por eso tenía algo de conocimiento.

Al escuchar la pregunta de Arthur, Usotsuki respondió:
— Bueno, no tengo idea de lo que me trajo aquí. Solamente morí y desperté en este extraño lugar… Quisiera saber el porqué, pero supongo que no podré saberlo. — Dio una sonrisa mirando al chico, notaba que estaba lleno de curiosidad. — Pero ahora que tengo este cuerpo , ¡puedo hacer lo que quiera! Sin nadie que me diga que estoy haciendo un error —

-Pues podría contarte muchas cosas, si tu gustas claro- A decir verdad tendría mucho que hablar para rato sobre su país, igual no quería aburrir y mas que cosas actuales tendría para contarle millones de leyendas, una de las primeras sería la de el rey Arthur le encantaba esa historia cuando él era niño.

Suspiró al tiempo en que sonreía mas por recordar eso momentos de su infancia cuando creía que sería un rey como ese Arthur cuando creciera, quería ser poderoso y grande.. noble y todo aquello que le contaban, eran cosas de niños pero aún así ahora podría seguir aspirando a serlo aunque fuera algo demasiado lejano y hasta imposible para él era uno de sus más grandes sueños.

-No pasa nada, al menos has leído ciertas cosas y eso es bastante ya que no esperaba que nadie aquí supiera nada- se encogió un poco de hombros cuando dijo aquello aunque ciertamente eso pensaba si él nada sabía de este lugar ni siquiera que existía menos creía que las personas de ahí supieran de mucho afuera.

Cuando comenzó a hablar sobre cómo llegó ahí le miró con más atención, apenas dijo "¡puedo hacer lo que quiera! Sin nadie que me diga que estoy haciendo un error" le recordó que igual de pequeño había dicho que al ser un rey haría lo que quisiese y nadie podría cuestionarle, en cambio el diría que estaba bien y que estaba mal nadie podría burlarse de sus innumerables errores con cualquier cosa ..en su casa era lo que más hacían incluso al tropezar o resbalar era para ganarse un problema o las burlas de todos.

-Ya veo, entonces ¿Estás bien así? - su anterior sonrisa se había convertido en una expresión algo seria, no por la pregunta si no por lo que había recordado. -Me alegro por ti, otras personas que he conocido como tú... Son lo contrario, detestan el estado en el que están y muestran más ansias de saber que sucedió-

Notó que el semblante de Arthur había cambiado, se había tornado serio y eso a Usotsuki le preocupó un poco; se sintió un poco nerviosa al cambio brusco de aquel chico. No dijo nada hasta que él hiciera algún comentario al respecto. Preguntó algo, y Ustosuki respondió:

— Estoy muy bien así; quiero decir, ¡es magnífico! — exclamó con una gran sonrisa en el rostro, se sentía ligeramente alegrada por lo que había pasado; había muerto haciendo al fin en toda su vida algo bueno. Quizás eso ella lo que creía, pero en verdad en el fondo ella estaba muy triste por lo sucedido, aunque ella no lo sintiera.

Escuchó atentamente lo que Arthur decía y cuando terminó, Tsuki respondió al instante: — Bueno, otras personas tienen recuerdos felices de su vida anterior; por eso, yo quiero permanecer así. Puedo ser invisible o no cuando yo quiera; y eso para mi es muy agradable. —

Sonrió cerrando los ojos, sentía el pasto en sus pies y se sentía muy bien; Usotsuki siempre pensaba en un lugar tan mágico como este, hablando con alguien de cualquier cosa que se le viniera a la cabeza. Dejó escapar una risita, abrió los ojos y buscó con la mirada al rostro de su acompañante.

— ¿Sabes? Prefiero estar así a que volver a renacer; morí satisfecha. — Dijo con un semblante tranquilo, sin aquella sonrisa burlona que siempre tenía en el rostro, era remplazada por una agradable y real. — ¡Pero bueno! Hablemos de otra cosa, como… ¿por qué has venido aquí con tanto valor?

-Bueno es algo que me alegra escuchar- volvió a su sonrisa muy leve era mejor olvidarse de las tonterías que hacía, además así también olvidaba a sus hermanos mayores quien siempre lo humillaban.

-He venido porque me han contado de monstruos aterradores y cosas preciosas quizás tuviera la suerte de encontrar algo, y porque soy muy valiente no tendría miedo de enfrentarme a nada - decir eso tiempo antes habría sido una gran mentira, antes era un tonto cobarde que se escondía bajo su manta al escuchar solo un relámpago, aunque aún por dentro seguía siendo un cobarde podía ser valiente por fuera así muriera de pánico por dentro ante una bestia no demostraría ninguna debilidad o signo de miedo.

-También quería descubrir que tan verdadera era su historia, me gusta seguir mitos y leyendas, inesperadamente muchos son verdad - se acercó a un árbol recostándose un poco aún mirándola -Incluso te digo.. las hadas aún existen - sonrió mas ampliamente cuando dijo aquello cruzando un poco sus brazos mientras se apoyaba de aquél árbol.

-Incluso puedo demostrarlo tengo muchas pequeñas amigas hadas - notaba los ojos de ella muy asombrados al mencionar aquello, recuerda que cuando era pequeño siempre veía seres mágicos con sus mayores su hermano tenía ub dragón muy pequeño en su hombro derecho siempre, y él apenas descubrió un hada que lo cuidaba entonces eso quiso que le acompañará una, aún así podría escoger cualquier otra cosa aún pero todavía las prefería.

Recordó igualmente cuando escuchaba cuentos y sabía que eran reales no falacias tontas inventadas para distraer y hacer dormir a los niños, aquellos castillos, princesas, reyes, seres mágicos... todo era de verdad y si algo fue inventado él aún creía firmemente en que era real.