En busca de provisiones [Priv. Kain]

Se encontraba deambulando por las calles de la ciudad, puesto que su ultima presa había escapado, claro que... sin una que otra extremidad. Pensaba en dirigirse a la zona roja para pasar un buen rato con sus "Mascotas" preferidas sin embargo, esas criaturas eran simples y muy obedientes lo que realmente no le hacia gracia.

Al parecer no le quedaba de otra, mas que ir a buscar un lugar para causar algún desastre o quizás descansar,-Realmente... no hay nada interesante en esta ciudad-. Eran pocas las criaturas que ademas de los demonios, habitaban dentro de la ciudad ya que la mayoría decidió refugiarse o irse a vivir en lugares mas serenos y vacíos, -No los culpo... esta ciudad es un asco-, Rió para sus adentros.

Giro en una esquina para seguir su camino rumbo al bar donde solía pasar las tardes discutiendo con el bar tender, quien era uno de sus pocos y verdaderos amigos. De repente se sintió chocar con algo o mas bien, alguien... Bajo la mirada para observar lo que parecía ser una niñata de cabellos rosas la cual parecía estar algo desorientada, -¿No deberías estar con tus padres?... o es que acaso... ¿Estas perdida?- Bufo mientras sonreía de manera maliciosa...

La pequeña niña trato de excusarse mientras mostraba cierta hostilidad hacia el demonio lo cual, solo genero gracia en el. Por lo que podía notar se trataba de una joven maga algo desorientada, -Mmm.. así que la niñata tiene carácter- sonrió, luego observo como la chica le daba la espalda para luego continuar su ruta, -Adelante señorita "Se muy bien a donde me dirijo"... pero creo que no deberías tomar ese camino-, por supuesto la chica solo lo había ignorado para luego ingresar al callejón sin salida, -"Mocosa estúpida"- Soltó una pequeña risa mientras esperaba que se diera cuenta de su error y regresara.

Al parecer hoy tendría un nuevo "juguete" con el cual divertirse. La observo salir del callejón con gesto claro de no querer toparse con el, -¿Siempre eres así de obstinada?-, pregunto para luego acercarse a la chica y agacharse hasta quedar a su altura, -Si no tienes cuidado podrías terminar como la cena de alguien más-, sonrió.

Tenia curiosidad de saber más sobre ella y ya que esta ultima no tenia idea de donde se encontraba... pensó en utilizar eso a su favor, -Si quieres podría ayudarte a encontrar el camino-, sugirió para luego tomar su mano y besarle sobre esta, -Kurame Kain... Es un placer ¿Señorita...?-.

Ella le estaba ordenando, -Entonces vamos... pequeña princesa -, solto una pequeña risa. Su comportamiento solo aumentaba el interés que sentía el demonio por ella. Comenzó a caminar en dirección recta mientras observaba por el rabillo del ojo a su acompañante; era una joven delgada con piel nívea y unos bucles de color rosa pastel al igual que sus ojos, le recordaba a una de esas muñecas occidentales con sus vestidos ostentosos y sus peinados llamativos,- "Me pregunto si sabe tan bien como huele..." - rió para sus adentros.

Después de varios minutos decidió averiguar un poco mas sobre la maga. - Dime Ahiru ¿Por que necesitas ir a una tienda aun cuando puedes utilizar uno de tus hechizos o algo para conseguir lo que quieres? -, aunque el sabia que algunas cosas no eran del todo posible para los hechiceros, le parecía extraño que algo tan simple como conseguir alimentos fuera la única razón por la cual aquella chica se encontraba en la ciudad, - O es que... ¿Buscas algo más? -, pregunto con un tono de curiosidad.

Ya se encontraban a medio camino del lugar a donde prometía llevarla. Se acerco a la chica para luego tomarla de el brazo y caminar hasta un callejón; al lado izquierdo de este se encontraban unas escaleras que daban a un local al fondo del edificio,- Adelante -, le indico para luego abrir la puerta y cederle el paso. Se trataba de un viejo bar casino el cual solo pocos conocían su paradero.

Al entrar se acerco a la barra para luego pedir una copa de vino mientras observaba los movimientos de la joven, - El dueño es amigo mio así que... pide lo que quieras -, dijo con una sonrisa maliciosa en su rostro, mientras le daba un trago a su bebida. Esperaba divertirse con las reacciones de la chica puesto que de seguro no estaría contenta ya que el demonio no tenia las intenciones de llevarla de compras, en vez de eso, la había llevado a una especie de cantina.

La noche apenas comenzaba y claro que el... disfrutaría de cada minuto.

- Absolutamente nada -, dijo sin apartar la vista de su bebida, - Y para evitar mal entendidos, lo que te dije hace un rato fue que te "ayudaría" a salir de ahí -, sonrió, - Nunca dije que te llevaría a alguna tienda... en especifico -. Observo como le servían un plato a la chica junto con una.... ¿limonada?, - Hmm... así que... aunque el mundo este de cabeza seguirás actuando como una señorita -, dijo con un tono de sarcasmo. En esa época, ya no existía lo que algunos llamaban orden, puesto que las reglas las imponían únicamente los lideres de los clanes que ahora dominaban la ciudad y estas no buscaban mantener un equilibrio, en otras palabras, cualquiera podía hacer lo que quisiera.

- Y... ¿Quien es el afortunado para que la pequeña princesa lo ande buscando?- , menciono ignorando el comentario anterior de la maga, - También te puedo ayudar a encontrarlo... si gustas -, el sarcasmo era notorio. Dejo el vaso a un lado y comenzó a conversar con el joven que los atendía, necesitaba averiguar algunas cosas que estaban sucediendo en la ciudad.

- Las razones por las que te traje a este lugar son muy sencillas -, volteo a mirar a Ahiru, - Es muy peligroso que andes caminando sola a estas horas -, aquello no parecía ser otro comentario del demonio para hacerla enojar, - Sin embargo... -, se acerco a escasos milímetros del rostro de la joven tanto así... que podía sentir su respiración, - Yo podría hacerte compañía durante tu estadía... -, dijo para luego tomar el mentón de la chica y besar su labio inferior, se aparto y se dedico a sonreirle.

El no era de aquellos que se involucraban con jovencitas, puesto que estas eran mas propensas a sufrir de sentimentalismos absurdos, pero el efecto del alcohol ... ademas de la charla alarmante que había tenido, estaban afectando el comportamiento del demonio.

No le tomó importancia a lo que había hecho minutos anteriores, de todas maneras tenia muchas cosas en que pensar. Aquellos "parásitos" como el los llamaba, estaban haciendo de las suyas en la ciudad y al parecer se estaban dedicando a una cosa en especifico, eliminar demonios.

Miro por encima de su hombro en dirección a la chica, pero antes de poder decirle algo, esta se acerco, lo tomo del traje para luego apartarlo del bar, - Hmm..- sonrió - No sabia que la pequeña princesa tenia ese tipo de ideas en mente...- se soltó de su agarre para seguirla a sus espaldas.

Al cabo de unos minutos se percato del camino que estaban tomando, por lo que supuso que su amigo le había contado a la chica sobre aquel lugar, - ¿Siempre te esfuerzas por mostrar tu gratitud? -, paro en seco mientras se cruzaba de brazos, - ¿Y por alguien que apenas conoces? -, en un instante el demonio se encontraba de frente a la chica, y su humor no parecía del todo bueno, - Serás idiota... -. Había leído los pensamientos de la chica. Los humanos eran tan predecibles, demuestran ser buenos y amables cuando sienten miedo o buscan seguridad... aunque el sabia que aquella niña no lo hacia por ninguna de ellas. - Da igual... mientras me hagas compañía -, dijo para luego continuar caminando.

Aquello era algo que el demonio no se esperaba. La pequeña niña se estaba revelando contra el de manera que, le había robado la voz. Pensó que solo se trataba de un berrinche o una amenaza cualquiera, por lo que intento calmar el humor de la maga, pero al abrir su boca... esta no transmitía sonido alguno, - .... -.

Escuchó claramente las palabras de la maga, - Así que molesta voz.... -, ahogó una carcajada. Era mas que obvio que Ahiru estaba molesta, se encontraba mostrando su hostilidad contra Kain lo cual causaba satisfacción en el. Sin importar que tan honrada o educada fuera la chica, su paciencia y su actitud tenían un limite, el cual, el había sobrepasado. La siguió sin importar cuan tan alterada se encontraba y sin prestarle la mínima atención a sus comentarios ofensivos.

Al llegar frente a el apartamento, el solo se dedico observar lo que venia a continuación. La maga se dispuso a devolverle su voz para luego llamarlo "Incordio" e intentar retirarse, pero lo que ella no sabia es que el demonio no tenia las intenciones de dejar todo aquello hasta ahí, - Espero que no tengas planes esta noche, puesto que de aquí no saldrás -, susurro a su oreja. Antes de que la chica bajara por las escaleras, el la había tomado por la cintura para luego alzarla y cargarla como si fuera un saco sobre su hombro. Luego ambos entraron al apartamento.

- Ponte cómoda - le dijo, para luego soltarla bruscamente sobre el piso. El ya no mostraba signos de burla o sarcasmo, simplemente se dedicaba a observarla de manera inexpresiva. Se acerco a la ventana y se quedo contemplando la luz de la luna ignorando la presencia de la menor, - Esta noche va a ser larga...- dijo en un tono casi inaudible. Volteó a mirarla para luego señalarle con la mano hacia una habitación en el fondo de aquel lugar, - Ahí encontraras una cama, recoge tus cosas y ve a dormir...-, sonaba como una orden en vez de sugerencia, - Y no te preocupes por mi.... no estoy interesado en tu pequeño cuerpo -, sonrió para luego apartar la mirada y seguir observando la luna.

No había bajado al primer escalón cuando Kain se encontraba alzándome para luego tirarme a uno de sus hombros... ¡Como si yo fuera un saco de papas!.

- ¡Oye, Bájame! -

Comencé a golpear la espalda del demonio pero sabia que aquello era totalmente inútil. Mi fuerza física era algo de lo cual no me sentía realmente orgullosa. Sentí un horrible dolor en la parte baja de mi espalda al caer bruscamente sobre el suelo.

- Auch... ¿Y así tratas a una chica? -

Estaba conteniendo mi rabia ya que el dolor que sentía aun no cesaba por completo. Observe por unos minutos aquella habitación, al parecer los servicios como la luz habían sido cortados, pero aun así aquel lugar no parecía estar en total decadencia de hecho lucia muy acogedor. Mire una vez mas al demonio.

- No creo poder sentirme cómoda contigo aquí -

Sonreí tratando de imitar su voz. Note su mirada sin expresión fijada a la luz de la luna la cual iluminaba su rostro, se veía bastante atr...

- " ¡Espera! ¿En que estaba pensando?" -

Sacudí mi cabeza buscando ordenar mis pensamientos. Kain me señalo lo que parecía ser una habitación, para luego ordenarme irme a dormir. Ese tipo estaba loco si creía que yo iba a dormir en la guarida de un demonio, y como si me hubiera leído los pensamientos.... Se anticipo a contestarme de una manera que... logró aumentar mi ira.

- Eres un idiota. Deberías dejar de darte tantos aires de superioridad y egocentrismo. -

Me levante para luego sentarme en un sofá.

- Ya que dudo poder salir de aquí sin que me detengas.... ¿ Que tal si me contestas algunas preguntas? -

Recosté mi cara sobre mis manos mientras fijaba la vista hacia Kain.

- ¿Cuantos años tienes? -

- No te estoy ordenando nada... Si realmente tienes ganas de ser atacada ... pues ahí esta la puerta -, hizo un gesto con la cabeza señalando la misma, - No te detendré -, dijo sin voltear a mirarla. No era de las personas que solían preocuparse por los demás, si la chica quería irse el no la forzaría a estar más tiempo ahí puesto que le parecía denigrante ese tipo comportamiento. Después de unos minutos noto como la chica parecía tranquilizarse por lo cual, el también decidió cambiar sus ánimos. Se aproximo a tomar asiento a un lado de la maga para luego acostarse y reposar su cabeza sobre las piernas de esta, actuando como si no pasara nada - ¿Mi edad?...Hmm -, soltó un suspiro - Digamos que un siglo y ochenta años mas que tu -, sonrió.

No sabia a que exactamente a que quería llegar la maga haciendo preguntas sobre su edad, pero tampoco le incomodaba la situación de investigar algunas cosas sobre el otro, - Bien, es mi turno -, levanto una de sus manos y tomo uno de los mechones de la chica entre sus dedos, - ¿Es tu color natural o lo teñiste? -,preguntó, alzo una ceja mientras trataba de encontrar signos de tinte.

Soltó el mechón con gesto de duda, aun no estaba seguro de que la chica estuviera diciendo la verdad sobre su cabello. Sonrió al escucharla llamarlo vejestorio, ¿Realmente lucía como uno?, - Tengo entendido que los magos y brujas suelen utilizar pócimas o cosas así para poder mantenerse jóvenes... Quizás tu también seas un vejestorio -, bufo, sabia que la maga no era mas que una mocosa.

Había adivinado sus intenciones cuando esta le preguntó acerca de el, pero no estaba dispuesto a responderle sin antes juguetear con ella, - ¿Yo?, soy solo un simple servidor que se dedica a guiar a niñatas extraviadas hasta un lugar seguro -, la miro para luego dedicarle una sonrisa, luego alcanzo su rostro con una de sus manos y la atrajo hacia el, ambos se encontraban a escasos centímetros del otro, - Para aflojar mi lengua deberás ser mas astuta, Ahiru -, luego, la soltó de su agarre,- Solo diré que... soy alguien al que no le afecta la situación actual -, dijo refiriéndose a el estado de la ciudad. Volteo a mirar por la ventana, - Si quieres saber algo más de mi entonces dime... ¿Por que viniste hasta aquí? -, ella se había negado a decirle sus verdaderos motivos, por lo que le pareció conveniente intercambiar información por información.

Empezaba a sentirse agotado, por lo que no tardaría mucho en quedarse dormido y ademas, aquella posición tan cómoda sobre las piernas de Ahiru no le ayudaba del todo. Se removió con fastidio hasta quedar sentado sobre el sofá, definitivamente la maga no se alegraría si el decidiera tomar una pequeña siesta sobre ella, -Hmm.... -, suspiró, -¿Divertido?, Pues si de hecho, más que divertido es gratificante pero disfrutaría más si las sanguijuelas se largaran de aquí -, buscaba hacerla enojar, - Aun así, es ambiente agradable - sonrió. Ese lugar no era controlado por nadie, aquellos que entraban a la ciudad estaban en toda su libertad de hacer lo que quisieran, sin embargo, lo mismo se aplicaba con los habitantes dentro de ella, lo que la convertía en uno de los sitios mas peligrosos del shizuka.

Llevándose una de sus manos a su boca soltó un leve bostezo, luego trató de imaginarse a quien podría estar buscando la pequeña hechicera. Encantamientos, libros, maldiciones y conjuros, aquellas cosas eran las que manejaban perfectamente las brujas, pero aun no sabia de quien se trataba, - Bueno, creo que es lo justo-, dijo respondiendo a su ultimo comentario, - No soy nadie que pueda ser de tu interés si eso es lo que piensas.... Simplemente soy uno de muchos demonios que no tienen nada que hacer más que destruir y festejar -, puede que lo que decía fuera cierto aunque, la maga no podría determinarlo con certeza, sin embargo sonaba lo suficientemente convincente para que esta no hiciera más preguntas -Volviendo a lo del hechizo, creo que podría ayudarte a conseguirlo-, sugirió, - Obviamente con tu pobre sentido de la orientación terminaras una vez mas perdida y quizás te encuentres con un demonio poco agradable a diferencia de tu servidor -, ese ultimo comentario haría reír a cualquiera, incluso a el, - Si estas de acuerdo entonces... En la mañana te ayudare con tu búsqueda -, dicho esto, se levanto en dirección a la habitación que le había ofrecido minutos antes a la chica, deteniéndose en el umbral para luego cruzarse de brazos y recostarse sobre este mirándola desde ahí, - Temo decirte que esta es la única habitación con una cómoda asi que... -, mencionó, -¿Te quedaras ahí o me sigues?-, se quedo mirándola fijamente esperando ver su expresión ante tal pregunta.

Era bastante fácil el hacer enojar a la pequeña maga. Se sintió satisfecho al escucharla aceptar su propuesta de ir en la búsqueda de la bruja o mago por el cual la chiquilla estaba tan interesada, - Entonces, tan pronto como amanezca iremos a buscar aquello que deseas -, sonrió, no podía creer que la mocosa dijera un comentario tan cliché como ese, y sobre todo a un demonio, - No me apetece regresar aun -, contestó, luego se volteo dándole la espalda mientras observaba por el rabillo del ojo a su compañera, - Como quieras, espero que duermas bien -, dicho esto se adentro a la habitación sin dejar de sonreír dejándola sola. Por supuesto que sabia que aquella chiquilla no aceptaría dormir junto a el. Había conocido varia mujeres y hasta adolescentes como ella las cuales no dudarían en responder de manera afirmativa ante tal pedido, y no era solo por el atractivo que veían en el demonio, si no las ganas de dejarse llevar por sus deseos sin importar que tan lejos podrían llegar a caer. Sin embargo, el no tenia intenciones de ir"más lejos" con la chica.... No por ahora.

Se recostó sobre la cómoda, luego coloco sus brazos por detrás de su cabeza y cerro los ojos. Por estar discutiendo y burlándose de la chica casi pasa por alto la conversación que había tenido horas antes con su amigo en el bar. La situación dentro de la ciudad parecía estar cambiando, los vampiros comenzaban a ganar más terreno y no solo eso, también su numero parecía estar aumentando considerablemente en los últimos meses. Sabia que no tenia de que preocuparse mientras siguiera con un perfil bajo dentro de la ciudad, pero eso no significaba que no debía cuidarse de aquello parásitos, sin embargo Kain no era del tipo que se dejaba humillar por alimañas como esas. Soltó un bostezo mientras giraba sobre si hasta fijar la vista a la pequeña ventana en la pared por la cual se reflejaba la luz nocturna de la luna. Pensaba esperar unos cuantos minutos más hasta que la chica se quedara totalmente dormida para luego hacer su jugada, - Ahiru...-, susurró.

Se levantó de la cama sin hacer sonido alguno, pues no quería alertar a la chica de su presencia. Fue caminando hasta llegar al umbral de la puerta donde se detuvo, quedando a pocos metros de la maga mientras la observaba dormir. Si bien el era un demonio y su relación con la chica no era del todo buena, no tenia intenciones de dejarla durmiendo en un viejo sofá en el frío abrazador de la noche que se colaba a través de las grandes grietas del lugar. Claro que después aprovecharía cualquier oportunidad que tuviera para cobrarle por su gesto de "Generosidad". Notaba como su pecho se elevaba y descendía acompasado, lo que le demostraba que la chica realmente dormía. Pensaba en acercarse directamente, levantarla y llevarla a la habitación para que descansara, sin embargo, al contrario de lo que pensaba Ahiru, el no era lo realmente idiota para activar una simple trampa como la que yacía bajo el mueble, - ... Casi dos siglos... Y supones que voy a caer frente a una niñería como esa... No juegues conmigo mocosa -, murmuró mientras sonreía . Tomó su espada que se encontraba apoyada sobre la pared a un lado de el, para luego en un corte limpio, destrozar el interesante artefacto de la maga. Había vivido el tiempo suficiente para poder percatarse de cualquier energía mágica que emanara dentro de un radio de 20 metros. No era de esperar que, la dicha trampa fuera desactivada en menos de un minuto por el corte de su hoja afilada. Sin embargo, aquello no detuvo la función de la misma pues... Luego de destrozarla y alejarse rápidamente, la susodicha lanzo una tras otra, capas de colores que cubrieron completamente el cuerpo de su creadora. Kain tuvo que ahogar unas cuantas carcajadas para no despertarla, lo que era bastante difícil viendo el estado tan colorido y extravagante en que se encontraba la menor. Respiró profundamente para luego retomar la caminata hasta encontrarse frente a ella. ¿Realmente no se había despertado luego de el ataque de pintura?. Si bien la explosión no produjo ruido alguno, por lo menos la sensación de pintura acumulándose sobre su cuerpo debía ser algo por lo cual estremecerse. Pero por lo visto, la chica ni cuenta se había dado.

Se quitó levemente la primera capa que recubría su vestimenta para luego envolver a la joven dentro de esta. Con cuidado, la levantó del sofá apoyando su rosada cabellera sobre su hombro. Finalmente comenzó a caminar hacia los adentros de la habitación. La deposito aun lado de la cómoda para posteriormente soltarla y recostarse al otro lado de esta. Era bastante obvio para el demonio que a la mañana siguiente tendría que soportar unas cuantas quejas y berrinches por parte de la maga, pues no solo se había atrevido a llevarla en contra de su voluntad hacia aquel cuarto, si no que ademas había activado su trampa con el único propósito de humillarla a ella. A fin de cuentas, Ahiru se enojaría bastante y el disfrutaría mucho de ello. Soltó un largo bostezo mientras dejaba todas sus burlas por un lado y se dedicaba una vez mas a conciliar el sueño pero... No sin antes dedicarle un ultimo vistazo a la maga con su nueva "Apariencia", - Buenas noches.... Señorita Arcoiris .....- .

Se encontraba con la mirada perdida, fija en algún punto del techo mientras uno de sus brazos se posaba sobre su frente tratando de cubrirse de los leves rayos del sol que se colaban por la ventana. Su noche no había sido tan pacifica como realmente esperaba ya que los molestos recuerdos de aquellos días comenzaban una vez más a hacerse presentes en sus sueños. Ya había pasado mucho tiempo desde la ultima que había tenido una pesadilla. Bajó un poco más su brazo para finalmente terminar de ocultar sus ojos tras el costado de este. Pensaba en que pronto tendría que levantarse para ir a comer algo y quizás dar una corta visita a su viejo hogar. Sin embargo, por un minuto había olvidado por completo el hecho de que esa mañana no contaba solo con su compañía pues, aun lado de el, la presencia de la chica de cabellos rosas empezaba a hacerse notar. Sintió como la pequeña mano de esta, palpaba las facciones de su cara hasta llegar a sus mejillas para posteriormente estirarlas, cosa que no le agrado mucho al demonio - Esta idiota... -. Luego de unos segundos, la mano invasora continuo su camino hasta llegar a las despeinadas hebras del demonio. La observó de reojo al mismo tiempo que se dibujaba una sonrisa en su rostro pues, al parecer luego de aquel contacto la pequeña Ahiru se había percatado de la situación en que se encontraba. Rió por lo bajo al momento de notar el gran asombro de la chica que, poco después cayó al piso, - Buenos días princesita -, comentó mientras se sentaba al costado de la cama divertido por la escena, - ¿Mi habitación?, realmente no vivo aquí, este lugar solo es uno de mis tantos escondites así que.. Realmente no es mi habitación -, afirmó ignorando completamente a la verdadera pregunta de la chica. Soltó un largo bostezo para luego pasar una de sus manos por sus cabellos mientras escuchaba los berrinches de la maga. ¿Que había hecho?, realmente la chica era bastante tonta si no había notado de que aquellas condiciones en las que se encontraba solo eran producto de la trampa que había preparado para el demonio, - Simplemente te devolví tu pequeño obsequio pues, realmente no me gusta lucir como payaso... -, escupió mientra se levantaba y se posicionaba a un lado de la chica, - De hecho, creo que ese papel te queda mejor a ti -, dicho esto, tomo la pieza con la que había cubierto el manchado cuerpo de la menor la cual yacía en el piso, - Es una lastima... realmente me gustaba esta tela... -, se reprochó para luego darle la espalda a la menor y dirigirse a la puerta de la habitación, - Termina con eso y apresúrate si quieres que te ayude con aquello -, soltó y después salio de la habitación. Ese día no había amanecido de buen humor.