Ocurrencias~

Se dirigia al bosque encantado para simplemente conocer el lugar, le habían dicho que era hermoso, pero que tuviera cuidado. Estaba atenta, no quería perderse, seguramente le faltaba poco para llegar, pero en el camino, se encontró con un río.

Hacia calor y el sol estaba en pleno brillar; algunos rayos se filtraban entre las hojas de los cansados árboles. Le era tentador bajar y darse un baño.
El agua del río estaba limpia, y se podía divisar algún que otro pez... Extrañamente, el lugar le pareció acogedor y solitario, lo que a decir verdad, le había agradado más.

- Sería una bonita postal. - Pensó, descalzándose.

Se arrodillo junto al rió y tomo un poco de agua entre sus manos, estaba fresca.
A lo lejos, se escuchaba el canto de algunas aves, y el croar de algún anfibio.
Deslizo sus pies bajo el agua y cerró sus ojos, se sentía maravilloso. Así, se recostó mirando al cielo y se dedicó a contemplar su entorno en plenitud.

Estaba todo tranquilo, hasta que sentí algo posarse en mi cabeza.
Abrí los ojos lentamente y lleve una de mis manos a mi cabeza.
- ¿Quien eres tu, pequeñín? - Pregunte con cara de pocos amigos al anfibio, mientras lo tomaba por una de sus patas.
Esta, rápidamente se soltó de mi agarre y se poso en mi regazo, mirándome con atención.

Suspire, y luego escuche una voz femenina acercarse al lugar. Cuando la vi, me prepare para defenderme pero la chica no parecía tener la intencional de atacarme.

- ¿Lily?- Pregunté. - Creo que me confundes con alguien. - Iba a tomar la rana cuando esta rápidamente saltó y se dirigió hacia la chica.

Me fije en ella, tenía un cierto parecido conmigo gracias a tener el mismo color de ojos y cabello... ¿La conocía de algún lado?

-¿Es tuya? - Pregunté señalando la rana que ahora se ubicaba sobre la cabeza de la extraña. - Creo que no le dí una buena primera impresión. - Reí.

Me pare y le tendí mi mano. - Mi nombre es Gianny Amane, ¿El tuyo? - Pregunte curiosa.

Mientras la escuchaba, me dedique a calzarme, ya era tiempo de marchar, aunque no sabia a donde.
Corte una pequeña planta que se encontraba a la orilla del río. - ¿Que haces por aquí? - Pregunte y le ofrecí la pequeña planta a la rana.

Vi como Lily y la chica intercambiaban miradas, al parecer no se caían muy bien... luego mi pequeña amiga regreso hacia mi y se poso sobre mi cabeza.

-Disculpa, no me refería a ti... Lily es mi pequeña rana-

No sabia si la chica estaba molesta o si solo se había sorprendido.

-Lamento si te ha causado algún inconveniente... ella... suele asustar a los demás por hobby-

Le comente mientras trataba de formular una sonrisa. Lily podía llegar a ser muy irritante si no se le controlaba, pero en el fondo era muy agradable. Me acerque a la chica la cual decía llamarse Gianny.

-Me llamo Ahiru, encantada de conocerte-

Al estar mas cerca, pude sentir la energía mágica que emanaba de ella, era una maga como yo. La escuche preguntar acerca de mis motivos en ese lugar.

-Necesitaba algunos minerales que solo se encuentran en este rio... para utilizarlos en un hechizo-

- No importa.- Negué con la cabeza ante la disculpa por su rana. - A decir verdad es un hobby divertido. - Reí y me fije en su muñeca.. Tenia una marca, la mire a los ojos y percibí su energía mágica

- Una maga... - Susurre para mi misma... Luego negué con la cabeza, estaba siendo muy extraña.

- Supongo que ya notaste que también soy maga. - Mire el rio.

- No tenia idea de que podría encontrarse algún tipo de mineral extraño aquí. ¿Necesitas ayuda? - Pregunte entusiasmada, aún si ella no necesitara ayuda, mas tarde trataría de encontrar dicho mineral.

No necesitaba algún tipo de mineral para hacer hechizos, mas bien, si podía lo comerciaría. Aunque tal vez conservaría un poco conmigo, quien sabe cuando necesitas algo.

- Específicamente, ¿Qué tipo de mineral necesitas? - Pregunté.

- Estamos en las mismas. - Comenté. - Después de ti, solo conozco a otro mago. -

Al parecer no era muy normal encontrar magos, había encontrado dos con mucha suerte. Pero ella también, y seguramente estaba por la zona hace mas tiempo que yo. Sería difícil conseguir aliados de la misma clase así.

Me desilucione un poco cuando Ahiru menciono que no era una piedra muy especial, pero me llamo la atención el tema sobre las invocaciones. Conocía algunos cuantos hechizos pero no tenia mucha experiencia con las invocaciones.

- Yo te ayudare entonces, me parece un buen trato, y ya que conoces o al menos tienes una idea de lo que buscamos... ¿Qué te parece sí yo corto el flujo del agua por un rato, mientras tu buscas las piedras? - Pregunte.

Me fije en la zona señalada por la maga y me concentre en esta. No seria mucho problema ya que la corriente no estaba yendo muy rápida.

Extendí mis manos hacia el agua y esta comenzó a quedar quieta, así deje una línea de agua correr cerca de la orilla para no detener del todo el curso del agua y terminar causando algún desastre ecológico.

- Puedes comenzar. - Le hice una seña con la cabeza hacia el punto anteriormente señalizado, el cual ya se encontraba falto de agua. - Ten cuidado, no te resbales. - Eso seria un problema.

Volví mi vista a la orilla, junto a la linea de agua se encontraba Lily mirándome atentamente, le eché la lengua y esta se alejo de mi a saltos, dirigiéndose bajo unas plantitas. Cuando la perdí de vista volví a fijarme en Ahiru y en su trabajo.

- ¿Como vas? - Pregunté en voz alta mirando las rocas bajo ella. No parecía un trabajo del todo fácil.

Ví como se esforzaba por desenterrar las piedras sin éxito, así que espere paciente y tranquila que encontrara las piedras.

- Tomate tu tiempo. - Murmure y me distraje observando las formas de las nubes

Repentinamente escuche una explosión y divise una roca dirigiéndose hacia mi.

- Fu.. - Rápidamente me agache y la roca paso a centímetros de mi cabeza.

- ¿PERO QUÉ TE PASA? - Grite asombrada.

¿Acaso me estaba atacando? Una manera muy sucia de hacerlo a decir verdad, cree un campo protector alrededor de mi, luego recordé el agua y comencé a maldecir de maneras que no debería.

Ahora tenía que que mantener el agua en su lugar, y al mismo tiempo estar atenta al siguiente movimiento de Ahiru, aún no sabia si le estaba traicionando o qué.

Las rocas habían dejado de caer, así que quite el escudo que me protegía Vi a Ahiru con algunas rocas entre manos, al parecer no había sufrido algún daño.

Ella se acerco y disculpo. Lo tomaría en cuenta, considerando que una roca voladora casi me mata.

- Ja-Ja - Imite su risa con los brazos cruzados y suspire, pero luego reí de verdad al escuchar el final de su comentario. - Esta bien, no importa. -

Deje que el río volviera a correr en su forma natural, y encontré justamente al lado de mi pie una de las rocas que estábamos buscando.

- Bueno, parece que yo también tengo una. - Comenté examinando la roca.

- ¿Me explicarías como utilizar las levanobas? Mencionaste algo sobre invocaciones o hechizos... ¿Hay a caso algún hechizo especial que necesite esta piedra para ser llevado a cabo?-

Observe y le preste toda la atención posible a cada una de sus palabras y movimientos.

- Así que esa es la manera. - Trate de guardar toda la información posible en mi cabeza, y rápidamente rebusqué en una pequeña bolsa que llevaba consigo.

- Con que para eso son... - Murmure para mí misma.

- Tengo una vara mágica. - Se la mostré. - ¿Servirá? - Pregunte atenta.

- ¡Entendido! - Dije, decidida mientras la maga terminaba la explicación y me daba una demostración.

Coloque la piedra en el piso y concentre mi energía en la vara, observando como la roca iba siendo absorbida.

- Supongo que este hechizo esta listo para ser usado. - Comenté observando atentamente mi vara. - Al ser una vara, tendría que fijar un objetivo, concentrarme y mencionar el hechizo, ¿Verdad?-

Preste atención a sus palabras, aprender hechizos era algo que me gustaba mucho. Nunca se aprende demasiado.

Vi como el agua del río comenzó a ir hacia Ahiru formando, tal como su nombre lo decía, una cúpula de agua a su alrededor.

No parecía ser difícil, apunte mi vara hacia el agua y me concentre en el hechizo deseado.

-Cúpula de agua-

Un momento después, el agua se dirigió hacia mi. Cerré los ojos automáticamente, y cuando los abrí el agua me rodeaba, respire profundamente mientras sonreía, justo antes de deshacer el hechizo.

- ¿Que tal lo hice? - Pregunté a la maga.

Mi sonrisa se ensancho al escuchar el halago de la maga; sin pensarlo alcé mi puño como festejando mi victoria.

- Muchas gracias. - Agradecí su halago.

Lo que seguía era un hechizo de invocación, así que volví a atender a sus palabras mientras en el agua comenzaba a formarse un remolino, para luego aparecer una gran serpiente.

- Ajam. - Di un paso atrás observando la criatura.

La gigante serpiente era lo suficientemente ancha como para aplastarme, pero esta comenzó a atacar a Ahiru; puesto a que ella la había invocado, se había fijado en la maga primero.

- Okey. - Comenté y dí un salto hacia atrás esquivando un ataque de la serpiente.

Mientras Ahiru se mantenía en movimiento, la torpe de mi se quedo en el mismo sitio; así que el reptil se concentro en mí como la presa fácil. Antes de recibir otro ataque posé mis manos frente a mí y conjure una pared de agua, la cual la serpiente cruzó fácilmente pero me dio tiempo para escapar de su vista.

- ¿No tengo que atacarle, verdad? - Pregunte, corriendo lejos del rio esperando que la serpiente me siguiera saliendo así de su zona segura.

Observe como la maga se elevaba hasta quedar sobre la serpiente, esta se movía mucho, así que espero que no le pasara nada, a la maga obviamente.
Esta coloco una de las cartas en la espalda del reptil, y cuando el se calmo supe que se habían sincronizado, ya había firmado su pacto con el animal. Ella bajo a tierra, así que era mi turno.

- Lo haré. - Dije acercándome a la orilla.

Apunte con mi vara hacia el agua mientras comenzaba a visualizar en mi mente gran variedad de seres posibles, pero me decidí por una criatura de la cual había leído hace mucho tiempo, un axolote.

El agua del rió comenzó a avanzar sobre la orilla, di unos pasos atrás para que esta no me tocara. Y poco a poco el extraño ser acuático emergió del agua.

Cuando salió completamente lo observe detenidamente, y este a mi; la criatura media aproximadamente unos 5 metros de largo y unos 2 de altura, me pareció hermoso pero salí de mi trance cuando este comenzó a avanzar rápidamente hacia mi.

Di un salto hacia atrás y utilice un poco de control del aire para subirme sobre el; pose ambas manos sobre el tratando de sincronizar mi energía, pero no lo logre puesto que el animal intentaba hacerme caer. Salte al suelo cuando comenzó a dar movimientos bruscos.

- No creí que fuera tan difícil. - Bufé y volví a intentarlo.

Ya sobre el animal, me aferre con mis piernas y volví a posar mis manos sobre el animal intentando sincronizamos. Esta vez, supe que había tenido éxito al momento en el que el axolote se tranquilizo y recostó en el pasto.

- Genial. - Abrace al axolote con una sonrisa, cosa que al parecer no le gusto ya que se revolvió.

Salte de este y me tumbe en el pasto.

- Supongo que estuve bien, ya que.. estoy viva, ¿verdad? - Gire mi cabeza para ver a Ahiru.

Mi invocación seguía allí, descansando sobre la hierba. Creo que le tome cariño rápidamente, ya que le iba a despertar para que se fuera si este quería, pero lo dejé descansar.

- No lo creo. - Murmuré, al comentario de la maga. - Solamente debió ser suerte. -

Sí lo que había descubierto era cierto, la magia y el poder quizá estaban en su sangre, pero prefería no pensar mucho en eso.

- Aunque aprecio que consideraras ayudarme. - Le sonreí.

Cerré los ojos mientras la brisa acariciaba mi fleco Y descansaba un poco para recuperar energías, se sentía bien.

- Nada en especial, estaba por la zona y decidí ir al Bosque Encantado... - Me apoye sobre mi codo para mirar el río.- Pero me encontré con este lugar y me gusto. - Reí.

Quizás en estos momentos estuviera perdida o perdiendo el tiempo en el bosque, pero gracias a Lily se habían conocido, y para a decir verdad, Ahiru me parecía una buena compañía.

- Mi turno para preguntar, ¿De donde eres? - Pregunté curiosa.

Observe atentamente el rosto de la maga mientras escuchaba el relato y al parecer ella tampoco era de la ciudad.

Alcé una ceja ante el comentario de la maga puesto que no había pensado en dicha pregunta; su risa me hizo sentir... ¿comprensión? Ya que al parecer también extrañaba a su familia.

Cuando menciono lo de la criatura me confundí y me tomo un par de segundos comprender lo dicho, solo asentí la cabeza y luego pensé en que responder. Todavía le daba vueltas al tema anterior pero al parecer Ahiru no quería hablar de ello.

- Su... eh muerte, no será en vano. - Dije mientras discutía internamente que decir.

Sacudí la cabeza intentando organizar mis pensamientos, era turno de contar mi historia.

- Bueno, yo nací en un pueblo que queda lejos de aquí. - Hice un movimiento con la mano. - Me críe con mi abuela, supongo que el lugar es muy tranquilo como para mí, cada mucho tiempo llegaba algún viajero o demonio tal vez. -

Quizá era un lugar muy tranquilo pero lo extrañaba, ya que después de todo era mi hogar o al menos lo había sido durante toda mi vida.

- Luego descubrí algo que los mayores tenían en secreto, y por negarme a quedar de brazos cruzados y olvidar lo ocurrido, me des...terraron. - Fruncí el ceño y me regañe mentalmente ya que había hablado demasiado.

Levante la vista para ver a la maga, encogí mis hombros y le dirigí una sonrisa.