Encuentros Inoportunos

No le gustaba la idea de estar en tal lugar, solamente era un atajo para llegar al centro comercial, que al parecer seguía quedando un poco lejos.

Se inquieto al sentir los ojos de algún que otro idiota fijarse en ella, por lo cubrió su cabeza con su capa para evitar llamar la atención en tan detestable lugar.

Hubiese salido corriendo de la zona, pero su capa dejaría a la vista sus piernas y la sensación de ser observada de alguna morbosa manera le repudiaba; prefería salir lentamente sin llamar la atención de allí a cualquier otra cosa.

Había cruzado ya la mitad de la calle, por lo que comenzó a tranquilizarse, siguió su camino cabizbaja hasta que noto una presencia yendo tras ella. Trato de inmutarse, quizás el ser simplemente iba en su misma dirección. Siguió avanzando y la presencia seguía allí, darse la vuelta seria un error, así que cruzo la calle.

Continuo avanzando y se inquieto al sentir que la presencia le seguía a unos metros de distancia...
- Estas paranoica, cálmate. - Se dijo a sí misma y doblo en una esquina a la izquierda.

Continuo su camino hasta que notó que había cometido un error, había acabado en un callejón sin salida.

- Mierda. - Murmuró al sentir la misma presencia detrás de ella.

No había salida, así que lentamente se giro y le encaró.

Como la mayoría de el tiempo, se encontraba disfrutando la tarde con uno de sus cortesanos favoritos bebiendo algo de vino y observando a las Maiko danzar. Para el, esa era una de sus rutinas preferidas.

Después de un rato decidió ir a visitar a otra de sus acompañantes, caminando entre las estrechas calles de la zona roja entre otros demonios y criaturas las cuales en su mayoría, se encontraban alcoholizadas y haciendo uno que otro desastre.

Durante su caminata había observado algo bastante peculiar debido a lo poco que encajaba en ese lugar y por esa razón... llamaba la atención de los transeúntes incluyéndolo a el. Era una chica que a lo sumo debería tener unos 13 años, la cual se encontraba caminando mientras trataba de ocultar su evidente nerviosismo.

-Hmm...-, Decidió seguirla y observar su ruta. No era común encontrarse con una chica a esas horas deambulando sola por ahí, al menos... de que esta ofreciera "Ese tipo" de servicios, razón por la cual el decidió ir a investigar.

Observo como la chica parecía percatarse de su presencia para luego tratar de huir, -"No escaparas de mi tan fácilmente..."-, rió para sus adentros. Ella se encontraba tan desesperada por salir de ese lugar que termino por entrar a un callejón sin salida. Como era obvio de que su presa no escaparía, comenzó a aproximarse lentamente hacia esta.

En el momento que la chica había decidido de una vez por todas voltear a verle... el ya se encontraba detrás de ella para acercarse a su cuello y luego susurrarle al oído, -Te tengo...-.

Antes de girar escucho la voz de aquel ser, el cual se encontraba cerca, tanto que podía sentir y escuchar su respiración; como producto de ello se estremeció repentinamente.
Unos segundos después se mantuvo inmóvil, antes de rápidamente apartarse y girarse con el ceño fruncido.

- ¿Acaso me estas persiguiendo? - Preguntó, aun sabiendo la respuesta.

Hace un rato pudo haber sido una casualidad que este estuviera caminando en su misma dirección, pero ya era obvio que la había seguido.

Dio un paso atrás y elevo su vista un poco, ya que este era mas alto; notó sus intensos ojos color rojo fijos en ella. - Respira. - Se recordó internamente. Claramente era un demonio, no tendría que fiarse; así que comenzó a plantearse maneras de escabullirse.

- Me estas impidiendo el paso. - Murmuró.

Había una mínima posibilidad de que ella hubiera perdido algo en el camino, y en un acto amable este le siguiera para devolver lo extraviado.
Sonrió burlándose de sí misma; un demonio le acechaba y ella se encontraba considerando posibilidades claramente imposibles.

Respiró hondo, y trato de actuar calmada. Comenzó a caminar a la derecha de aquella persona o mejor dicho demonio, esperando que no se le obstruyera el paso.

- Si me permites... -

Como era de esperar, la joven se había alarmado por la presencia del demonio. Este se alejo solo unos cuantos centímetros de ella, - Me parece estúpido que preguntes algo tan obvio aun cuando sabes la respuesta -, dijo con un tono de descaro mientras le sonreía, por supuesto que la estaba siguiendo y ella se había percatado de eso. Noto como trataba de encararlo alzando el rostro para luego buscar su mirada , lo cual, le causo gracia al demonio, -Eres tan minúscula..- susurro otra vez a su oído. La chica trato de girarse aun lado de el para salir de aquel lugar sin embargo, el no se había apartado por lo cual... ella no podría escaparse.

-¿A donde crees que vas? -. La tomo de la muñeca y la empezó a arrastrar fuera del callejón de una manera tan serena y tranquila que cualquiera pensaría que solo se trataba de una pareja más, -Vamos.. acompáñame a dar un paseo - dijo mientras observaba a la chica con un gesto de burla.

Decidió entablar una pequeña conversación con su nueva "acompañante", -Por cierto, mi nombre es Kain -. Ambos se encontraban otra vez circulando por las calles de la zona roja atrayendo una que otra mirada curiosa, -¿Y tu eres...?-.

Trató de zafarse del agarre del demonio, sin éxito puesto que este la tomaba con firmeza.
- Oye, ¿Qué te pasa? - Comenzó a empujar hacia atrás tratando de volver al callejón, pero cuando salieron a la vista detuvo su forcejeo, tratando de actuar natural.

- Estoy segura de que no tengo otra opción.- Murmuró, mientras le seguía el paso - No me mires así... - Le sonrió, no quería armar una escena frente a todos los presentes. - ... Porque me dan ganas de romperte ese hermoso rostro tuyo. - Rió, de manera en la que si alguien se fijara en ellos pensaría que solo estaban compartiendo una broma.

Luego suspiró, y por mas ganas que tuviera de molestarle trato de calmarse puesto que un demonio enojado no era algo con lo cual quisiera tratar en esos momentos.
- Grandes cosas vienen en pequeños paquetes. - Bufó al recordar al demonio llamarle ''minúscula''. Y mientras, con su mano libre aferraba su capa, ya que comenzaba a sentir la miradas de los demás, lo cual le incomodaba.

- Mi nombre es Gianny. - Suspiró observando atentamente hacia donde se dirigían. - ¿Adonde vamos? - Preguntó, pensando en alguna manera de escapar de allí.

Escuchaba atentamente mientras trataba de contener la risa por los comentarios de la chica. Ahí se encontraba la pequeña mocosa cediendo por completo ante su agarre e intentando disimular su evidente frustración, - No te preocupes querida no tienes que exaltarte... y por cierto... gracias por el cumplido - Se acerco solo un poco a su frente, para luego depositar un beso sobre esta y sonreír.

Caminaron durante un largo rato mientras el planificaba como pasar la velada con la niña, a su alrededor se encontraban algunos demonios que parecían curiosos al verlo junto a una humana, de seguro pensarían que se trataba de alguna nueva adquisición, - Iremos a un lugar muy entretenido -, dijo para luego abrazarla mientras lanzaba miradas de odio a los otros demonios que los observaban.

Cruzaron en una esquina hasta llegar a una mansión de colores rojizos a sus alrededores y con toques de dorado en las paredes. Era uno de los burdeles que solía frecuentar, - Procura no alejarte de mi, no estoy seguro de lo que podría pasar si eso llegara a ocurrir... -, dijo en un tono burlón mientras la arrastraba hacia el interior del lugar. Si la chica era lista, sabia que apartarse de su lado dentro de un sitio así seria una idea realmente estúpida.

Pasaron a través de los corredores del burdel entre clientes y damas de compañía guiados por una de las anfitrionas favoritas del demonio, hasta que llegaron a una habitación privada a petición de el. Se acerco a la mujer y le susurro algunas cosas mientras reían y cruzaban miradas, cosas que de seguro la chica no alcanzo a oír , para luego hacerle una señal y posteriormente esta saliera del cuarto, - Bien, dentro de poco empezara el espectáculo -, tomo uno de los vasos posados en la mesa, para luego beber su contenido mientras mantenía su vista fijada en la maga deseoso de escuchar los reclamos de la joven.

Ganas por limpiar su frente luego de aquél beso no le faltaban, pero solamente volvió a bufar y continuo caminando. -¿Cuánto falta?- Preguntó con un tono molesto, ya que estaban caminando hace rato y eso le empezaba a molestar.

Se estremeció cuando sintió los brazos de Kain a su alrededor, y trató de no pensar en los desagradables hobbys que seguramente poseerían los demonios para entretenerse. Pero al mismo tiempo pensó en agradecerle ya que notó como varios seres alejaban la vista de ellos.

Cuando vio desde lejos la gran mansión comenzó a rogar internamente, esperando que ese no fuera su destino. - Primero que nada, ni siquiera se supone que debería estar aquí.- Escupió mientras entraban por las grandes puertas, aunque muy bien sabía que le convenía hacerle caso al consejo del demonio y no alejarse de este.

Cuando divisó un par de mujeres, rápidamente bajo la vista y se dedico a ver sus pies. Siguió caminando hasta que Kain se detuvo, luego escucho la risa de este mientras compartía seguramente algun tipo de broma privada junto con alguna mujer, así que elevó la vista hacia ellos y le fulminó con la mirada para luego volver a ver sus pies. Cuando escucho la puerta cerrarse dio unos pasos al frente y se mantuvo callada ante el demonio, con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Comenzó a contemplar la habitación y luego fijó la vista en Kain, el cual tomaba alguna clase de bebida.

Cuando notó que el vaso entre las manos del demonio se encontraba ya vació, se concentro y con un poco de magia lo hizo estallar.
- ¿Qué te parece un espectáculo de magia, Kain?- Murmuró fríamente al pronunciar por primera vez el nombre del demonio, y al mismo tiempo escuchaba los cristales caer al suelo.

La molestia de la mocosa era evidente. No solo lo había demostrado con palabras si no también haciendo explotar el vaso, por lo cual, el demonio solo se dedico a soltar un suspiro para luego observar a la maga de manera desaprobatoria, - Sabes... es de mala educación destruir bienes ajenos -, soltó una risa para luego servirse otro trago sin importarle los berrinches de su acompañante, luego estiro su brazo hasta alcanzar a la chica y arrojarla al suelo, - Compórtate -, susurro a su odio de una manera imperativa para luego dejar el vaso a un lado y posicionarse sobre ella. La tomo de las muñecas y luego se limito a observarla fijamente a los ojos, - Lo que va a pasar a continuación es muy simple - sonrió, - Te quedaras tranquila y no moverás ni un solo musculo...-. El la estaba hipnotizando.

Después de unos minutos, entraron nuevamente unas mujeres a su habitación, las cuales traían en sus manos algunas telas y prendas femeninas del mismo estilo que ellas lucían, - Quiero que luzca... presentable para la ocasión -, ordeno el demonio. Las mujeres se acercaron a la joven que yacía en el suelo, para proceder a cambiar su atuendo. De un momento a otro, Gianny lucia un kimono de color blanco con algunos detalles en forma de pétalos rosas y un obi de color turquesa, - Realmente te luce... niñita -, luego, dejo libre a la chica de su hechizo.

- Dime, ¿Te gusta tu nuevo atuendo?-, comentó. Las mujeres salieron de la habitación dejándolos otra vez solos, el por su parte decidió recostarse mientras observaba el esplendido traje que lucia la chica.

¿Me estaba regañando? Estaba apunto de comenzar una escena cuando repentinamente termino en el piso, y viendo como el demonio se posicionaba sobre ella comenzó a revolverse. - Tu no me orde.. - Comenzó a quejarse cuando repentinamente escucho la orden de Kain, y se quedo inmóvil sin tener el control de su cuerpo.

Por mas que lo intentaba no lograba mover un solo dedo, y cuando vio a las mujeres acercarse se limito a cerrar sus ojos, tratando de no pensar en lo que pasaría.
Cuando volvió a escuchar la voz de Kain y repentinamente volvió a sentir el control sobre su cuerpo suspiro con alivio, pero rápidamente volvió a incorporarse quedando sentada en el piso.

- Imbécil. - Susurró cabizbaja, sabiendo que este la escucharía.

- No me gusta...- Volvió a susurrar -...que hagas eso. - Dijo refiriéndose al hecho de haber sido hipnotizada. - No lo vuelvas a hacer. - Levanto la vista a quien la observaba detenidamente.
- Nunca mas. - Dijo para luego volver la vista al piso.

Aquello pudo haber sonado como una orden pero mas que nada era una petición, pero volviendo a su actitud normal cruzó sus brazos e infló sus cachetes pareciendo así una niña.
Frunció su ceño y le miro a los ojos. -Dime de una vez, ¿A qué te refieres con el ''espectáculo'' y cuál es la razón por la que tengo que ir vestida para la ''ocasión''?- Pregunto, haciendo comillas con sus dedos mientras veía su nueva vestimenta la cual aunque no lo aceptaría, le gustaba.

- No tienes porque asustarte -,se levanto en dirección a la chica, - No lo volveré a hacer -, dijo para luego darle unas palmaditas sobre su cabellera rosa. Al parecer la joven se había asustado por todos los sucesos anteriores, por lo que el demonio decidió que debía dejarle en claro que no tenia intensiones de... acecharla, - Solo que... suponía que no te vestirías así por las buenas así que..- se aproximo a una de las cajas dejadas por las mujeres para luego sacar de su interior un abanico de color rojo, - Me asegure de que estuvieras preparada para lo que sigue -. Hizo una señal con las palmas para que posteriormente entrara otra chica a la habitación. Era una mujer con un Kimono ostentoso muy hermosa y con un maquillaje bastante extravagante.

- Danzaras -, menciono mientras sonreía, - De eso se trata el "espectáculo" -, se acerco a la mujer para darle algunas instrucciones, luego volteo a mirar a la niña, -Ella sera tu instructora, por lo que tienes que obedecerla e imitar sus movimientos -, luego le otorgo a la menor el abanico que sostenía. El demonio se posiciono una vez más sobre el piso para poder disfrutar del baile que le proporcionaría Gianny, - Pueden comenzar -, tomo su bebida y se dedico a observarlas.

- ¿Danzar?- Frunció el ceño, mientras aceptaba el abanico en manos.- No tengo idea de como hacerlo.- Miró con detenimiento el abanico, y una gran idea le vino en mente pero decidió concretar su plan mas tarde.

Observó a su instructora y luego le apuntó con el dedo en manera acusatoria. - Creo que te verías mejor sin tanto maquillaje.- Hizo una mueca. - La belleza natural es la que vale.- Continuó criticando el exceso maquillaje y agregó: -Además es malo para tu piel, seguro cuando te quitas toda esa cosa...- No pudo continuar al ver la cara de incredulidad por parte de la mujer y se hecho a reír, pero luego sintió un poco de pena por lo cual decidió callar de una vez.

Solamente le dirigió una media sonrisa, abanicándose con suficiencia antes de volver la vista a Kain, el cual no parecía nada feliz. Le otorgo una gran sonrisa y un encogimiento de hombros, atenta a las acciones de aquel.- Me gusta este, creo que me lo quedare.- Comentó refiriéndose al abanico.

Tuvo que contener la risa ante el comentario de la chica. No podía creer que se atreviera a insultar a la mujer de esa manera. Cuando la instructora volteo a mirarlo buscando que reprochara a la mocosa, el solo se dedico a darle una mirada seria, aunque la realidad era que hasta a el, le causaba gracia aquella situación, - La idea de que ella este aquí, es para enseñarte a bailar -, dijo mientras se levantaba para luego tomar a la mujer por la cintura y susurrarle algo al oído. Esta se calmo y decidió ignorar los comentarios de la niña, ya posicionada, se disponía a mostrarle los pasos de aquella danza.

- Trata de imitarla... - sonrió, - Aunque claro que hasta eso podría ser difícil para una mocosa como tu -, volvió a sentarse para poder observar con detenimiento los pasos de la dama. La razón por la cual, el estaba obsesionado con ver a la chica danzar se basaba en la curiosidad de saber hasta que punto podía llevar a una persona a ir en contra de su voluntad, y que seria capaz de hacer está... para rehusarse. Tomo un trago y fijo la vista en la maga, - Míralo de esta manera...-, una sonrisa se dibujo en su rostro, - Si haces lo que ella te pide.... Yo mismo te escoltare hasta la salida de este barrio -. Sentía curiosidad de escuchar la respuesta de la maga.

Observó la mano del demonio junto a la cadera de la mujer, lo cual le causo gracia pues al parecer Kain era poseedor un exceso de confianza. Luego frunció el ceño ante el comentario hacia ella.- Mocosa? Te demostrare que tan bien puedo danzar.- Quitó de su vista a Kain y se fijó en los movimientos de la otra.

Luego cerro los ojos y pensó en que al parecer Kain padecía de un grave complejo de superioridad. - Yo puedo salir del barrio por mi misma.- Se fijó en el demonio y luego en la mujer.
- ¿Saben qué? Puedo hacerlo ahora mismo.- Se dirigió directamente a la puerta, y al ver que esta se encontraba cerrada la pateo.

- Dios!- Exclamó irritada, y al igual que con el vaso hizo explotar el mecanismo de cerrado de la puerta. - Kain pagara por esto.- Dijo antes de salir al pasillo esperando marcharse una vez. Lo que no espero fue ver a un par manoseándose en pleno lugar, por lo que rápidamente se giró y volvió a entrar a la habitación. -Yo.. eh.. en donde están mis ropas?- Preguntó tratando de no demostrar su vergüenza.

Ver como la chica salia de la habitación con un deje de enojo destrozando la puerta, le pareció bastante gracioso... aun mas cuando esta regreso con sus mejillas coloradas a causa del "espectáculo" que había presenciado, - Y esa es la razón por la cual me ofrecí a llevarte -, rió. La mujer al parecer no compartía la misma idea de diversión, puesto que se aproximaba a la chica con un rostro lleno de furia claramente dispuesta a causarle algún daño. El se levanto, para luego tomar una pequeña bolsa entre sus manos y arrojarla hacia las de la mujer, tomo a la chica de la mano y ambos salieron de la habitación.

- Realmente no espere que destruyeras la puerta-, logro pronunciar entre risas, - Ah... Kaori no tendrá ganas de verme por un tiempo -, hizo referencia a la mujer, - Bueno... Da igual -, sonrió. Aun se encontraban dentro del burdel sin embargo el decidió tomar una ruta menos transitada para así evitar otro encuentro embarazoso para la joven. Al cabo de unos minutos se encontraron frente a otra habitación, - Entra, ahí deberías encontrar tus ropas -, señalo - Yo te estaré esperando aquí -, dijo para luego tomar asiento a un lado de un pilar. Todavía tenia intenciones de molestar a la chiquilla pero decidió que por el día de hoy había sido suficiente, cuando esta terminara de cambiarse la guiaría fuera de aquel lugar.

La mujer no parecía nada contenta mientras se dirigida a hacia ella, por lo que rápidamente pensó algún hechizo para defenderse, pero dio un paso al presenciar como una bolsa le daba en la cara antes de estar fuera de la habitación de la mano de Kain.

Extrañamente se encontró riendo en el camino mientras iban a.. ¿a donde?
Entró al lugar señalado por Kain y efectivamente allí se encontraban sus ropas por lo que rápidamente se deshizo del Kimono y volvió a ponerse sus prendas mientras reflexionaba sobre lo ocurrido minutos atrás.
- Qué extraño día.- Murmuró antes de buscar entre sus pertenencias una hoja y un lápiz para escribirle una nota de ''agradecimiento'' a la tal Kaori.

Querida o no tanto.. Kaori
Gracias por tus lecciones de baile, estoy segura de que algún día si llego a tener demasiada mala suerte terminare siendo tan ''buena'' como tú. Avísame cuando tengas un lugar para poder volver a practicar... Sin mucho cariño o aprecio, la amiga de Kain~ :)

Dejó la nota sobre el Kimono ya torpemente doblado en un mueble del lugar y salió con una sonrisa a encontrase con Kain, el cual se encontraba en el mismo sitio de antes.
- Estoy lista... ¿Nos vamos?- Encorvó sus cejas impaciente por salir.

Observo a la chica salir de la habitación, por lo que se levanto para continuar su camino, - Vamos -. Entre los pasillos se podía escuchar la música y las risas de los clientes alborotados, - Cuando salgamos de aquí, trata de no perderme de vista - comento sin mirarla, - A esta hora es que el festejo comienza en la zona roja, por lo que la multitud no se hará esperar -, hizo una pausa para mirar a la chica de reojo, - Claro que... si sientes miedo puedes tomarme de la mano -, sonrió.

En las afueras se encontraba una gran variedad de especies, entre ellos demonios y vampiros. Se aproximo un poco más a la niña, - ¿Hacia donde te dirigías cuando te... encontré por casualidad -, dijo con un tono de sarcasmo. Tenia pensado dejar a la chica y volver al burdel a arreglar algunos asuntos con Kaori, ya que lo ultimo que quería era escuchar uno de sus escándalos, luego recordó que no había podido tener la oportunidad de ver a Gianny bailar, - La próxima vez encadenare tus pies... -, dijo en voz baja mientras sonreía.

Siguió caminando detrás del demonio esperando salir de una vez por todas del lugar.
- Cuando me encontraste por ''casualidad'' me dirigía al centro comercial... - Respondió pensando en qué estaría haciendo en esos momentos si no fuera por Kain. - Pero supongo que la tienda que buscaba ya habrá cerrado.- Bufó observando a su acompañante.

Afuera la gente caminaba de un lado a otro, a esa hora el lugar seguramente se encontraba más concurrido y ciertamente menos seguro de lo que había estado anteriormente, por lo que tomó la mano de Kain. - No quiero perderme.- Aclaró tratando de recordar el camino de regreso. - En el peor de los casos podría ser secuestrada por un demonio.- Rió por lo bajo.
-Y... yo puedo hacerles estallar.- Contestó al ultimo comentario de Kain, con una sonrisa y se paro de puntillas tratando de ver a lo lejos. - Vamos, intenta sacarme de aquí en una sola pieza.- ordenó.

Alzó una ceja ante el contacto de su mano, luego rió por lo bajo al escuchar sus demandas, - ¿Es que acaso luzco como guardaespaldas? -, pensó, recordando aquella situación tan similar. Si se dirigia al distrito comercial lo más probable es que este se encontrara cerrado,- Es obvio que a esta hora no encontraras ningún local abierto, por lo que sera una perdida de tiempo llevarte ahí... -, se detuvo, - ¿Que es lo que necesitas comprar? -, preguntó curioso.

Aquel sitio no solo se dedicaba a complacer los deseos y aflicciones de los visitantes, puesto que también reunía varios negocios del mercado negro... en los cuales cualquier tipo de comercio era bastante activo, - Si te parece, podría ayudarte con ello -, aprovecharía el recorrido para comprar uno que otro obsequio para sus "preferidos", y por supuesto para aquella mujer que había tenido que soportar a su pequeña acompañante, - ¿Entonces? -.

Recordó la lista mental que había formulado antes de dirigirse al lugar y le respondió. - Necesito unas pócimas..- Encogió sus hombros. - Y algún que otro ingrediente si es posible.- Ladeó la cabeza ante la propuesta y decidió aceptar pues de paso podría conocer algún nuevo lugar en la zona donde comprar artículos mágicos.

-Supongo que esta bien.- Asintió con la cabeza pensando hacia donde se dirigirían ahora. - ¿Conoces alguna tienda de magia o lo que sea que haya por aquí, donde pueda conseguir lo que necesito?- Preguntó con ganas de conocer su siguiente destino.

Asintió con la cabeza en respuesta al comentario de Gianny. A unos cuantos metros de ellos se encontraba el lugar, - Es en aquel sitio -, dijo señalando un viejo edificio algo deteriorado el cual llamaba bastante la atención, no porque este fuera especialmente llamativo, si no porque a diferencia de las casas de té y burdeles, este era más simple y menos colorido. Cualquiera que pasara frente a el pensaría que se trataba de algún local que no había logrado triunfar en sus primeros años que por eso fue abandonado. Pero eso solo era una fachada.

- Es mejor que te pongas tu capa -, le ordenó. No era bueno llevar a un menor y menos a una chic a a dar un paseo dentro del mercado negro. Ambos entraron al recinto el cual no parecía tener nada en especial salvo a las rasgaduras en las paredes, pero luego el demonio se encamino frente a una puerta de madera a un costado del lugar, toco tres veces y un hombre de aspecto robusto y más alto que este rodó la puerta haciéndoles señal a ambos de que entraran. Luego de cruzar el portón, aquello era como otra calle pero mucho más pequeña y con paredes de concreto rodeándolas. A los costados de ella, se encontraban múltiples puestos con objetos interesantes y de cualquier tipo, - Trata de no perderte... no quiero tener que responder por una niña extraviada -, comentó mientras sonreía, para luego alejarse de la maga y dirigirse a un de los puestos de cosméticos y accesorios.

Observo al demonio dirigirse a uno de los puestos de cosméticos y tubo que sofocar su risa ya que al parecer, al demonio le gustaba verse bonito. Ya estando sola decidió ir por el lado contrario al de Kain, hacia el lado donde se encontraban unos cuantos puestos de artilugios mágicos. Un poco de tiempo a solas sin un demonio pisándole los talones no le vendría mal.

Observó los puestos buscando las pócimas deseadas y decidió aprovechar pues seguramente no volvería a pasar por el lugar en mucho tiempo y se tomó su tiempo para elegir. Un rato después ya había comprado todo lo que pensaba y algunas cuantas cosas mas, por lo que decidió volver en busca de Kain.

Volviendo sobre sus pasos, se dirigió al puesto donde le había visto dirigirse anteriormente pero al parecer el demonio ya se había marchado, por lo que decidió buscar en otro puesto similar donde efectivamente se encontraba el.
-Deberías comprar esta.- Tomó una sombra de ojos al azar acercándola al demonio. - Resaltara tus ojos.- Bromeó observando los demás cosméticos. -Ya estoy lista para irme, ¿Tu?- Preguntó.

Observó por el rabillo del ojo a la chica mientras esta se alejaba en busca de lo que el suponía, eran pócimas. Volvió su vista al puesto frente a el para detallar cada uno de los accesorios y los posibles regalos que exhibían sobre un mostrador de cristal. Discutía consigo mismo en un intento de determinar cuales de aquellos objetos se podrían adecuar según el gusto de cada una de sus acompañantes y anfitriones. La razón por la cual se empeñaba tanto en elegirlos según el agrado de la persona, era por el simple hecho de poder visualizar el gesto de felicidad en sus caras. Disfrutaba que, cada vez que los visitara, portaran los obsequios que el mismo les había otorgado. Otros demonios practicaban el mismo ritual, sin embargo el significado era distinto pues la entrega de un obsequio, podría considerarse como una petición de sumisión ante el mismo. Por ello, no era extraño encontrarse a los pocos humanos que aun rondaban por la ciudad, bajo la compañía de algún demonio.

Luego de unos minutos, se decidió por comprar algunos abanicos y también, palillos para el cabello guiándose por el color. A su querida Kaori le había comprado unos palillos, con tonalidades de rojo y verde que lo decoraban formando flores al rededor de este. También, unas pequeñas flores doradas los adornaban a sus extremos. Metió todos los souvenirs bajo una de sus largas mangas mientras se disponía a retirarse cuando... Una pequeña peineta a un lado del maquillaje llamó su atención. Era de color lavanda y estaba adornada con delicados detalles en dorado y negro. Pensó en que tan bien luciría sobre la abundante cabellera de la pequeña niñata. Así que decidió darse un gusto y comprarla, de no aceptarla, simplemente la conservaría como un gracioso recuerdo. Ya con todas sus compras listas decidió retomar su curso y buscar a la maga. No se sorprendió mucho al encontrarla a un lado de el, tampoco el que esta se dedicara a hacerle bromas infantiles por estar en un local de artículos femeninos, - De hecho, parece ser más de tu estilo que del mio... ¿No lo crees? - dijo en respuesta al comentario de la menor. Se acercó hasta quedar su altura, para luego arrebatarle el objeto de su mano y aproximarse hasta quedar a unos cuantos centímetros de su oreja, - Pero lamento decirte que... Este tipo de cosas solo lucirían bien en mujeres de verdad....-, sonrió. Se aparto de la chica mientras dejaba el objeto sobre el mostrador y comenzaba a dar pasos hacia la salida, - Es por aquí -, mencionó con un tono aun burlón, mientras le hacia un ademan con su mano en señal de que lo siguiera.

Frunció el ceño ante el comentario del demonio pero antes de poder contestarle este ya se dirigía a la salida, por lo que lo siguió con una idea muy clara de lo que haría al encontrarse fuera de la vista de los demás espectadores.

Ya estando afuera el festejo se encontraba en pleno auge, por lo que se engancho del brazo de Kain y trato de ser ella en ese momento la que lo guié.
- Hazme un favor y acompáñame a un lugar.- Le dijo por sobre las voces de las demás personas, ya que el lugar se encontraba repleto, pero nadie le prestaba atención por lo que en cuanto diviso un posible callejón se dirigió a este.
Al encontrarse entre las paredes observó que no hubiera nadie presente, no quería invadir la ''privacidad'' si es que había alguien haciendo quien sabe quien por allí.

-Con que no soy una mujer de verdad, hum?- Se dio vuelta para verle, escuchando el pequeño eco de algunas gotas caer al fondo del callejón.

Se acerco un poco mas al demonio, el cual no se veía para nada amigable entre las sombras del lugar. - Supongo que tu sabes de eso.- Se acerco un poco mas y comenzó a bajar el nivel de su voz.- La experiencia no se gana por si sola, por lo que me preguntaba...- Se acerco solo un poco mas y poso una de sus palmas sobre el pecho del demonio.- ¿Cómo eras cuando eras menor?- Dichas esas ultimas palabras se conjuro un hechizo sobre Kain.

Dio un salto hacia atras y observó como el demonio dejaba de parecer tan dominante como antes, comenzaba a perder estatura tanto así que ambos ya se encontraban a la misma altura y poco a poco sus prendas le empezaban a quedar sueltas. Técnicamente, lo había rejuvenecido.

Cuando ya habían salido de aquel lugar para una vez más adentrarse a las repletas calles de la zona roja, pudo notar cierta irritación proveniente de su pequeña acompañante la cual atribuyó a que se debía por comentario anterior. También se comportaba de manera extraña, pues el demonio alzó una ceja incrédulo al notar que esta lo tomaba del brazo y comenzaba a guiar por todo el camino, - ¿Que te traes entre manos mocosa?...-, pensó mientras sonreía observando aquella escena. Pocos minutos después, ella lo había llevado a un callejón oscuro en donde ambos estaban apartados de cualquier mirada curiosa que rondara por ahí. Se cruzó de brazos expectante a lo que la chica tuviera que decirle, lo que de seguro se trataría de algún berrinche infantil, sin embargo... Debía admitir que realmente no se esperaba presenciar aquello. Gianny se había acercado peligrosamente a el demonio comentando ciertas cosas referentes a la charla anterior dentro del mercado. Al sentir aquella cercanía, no le quedaban dudas de que la chiquilla tramaba algo. Antes de poder responder ante aquella pregunta, sintió como cierta energía traspasaba por su cuerpo y comenzaba a expandirse, - Idiota... -, pronunció en un amenazador siseo al darse cuenta de lo que había pasado.

Bajo la mirada hacia sus ropajes y pudo notar como estos le quedaban holgados y sueltos. También se percató de que sis manos eran mucho más pequeñas de lo que solían ser al igual que su estatura, pues solo sobrepasaba por unos cuantos milímetros a aquella cabellera rosa que pertenecía a la causante de su condición. Se mantuvo en silencio mientras comenzaba a atar su cinturón y a estirar sus ropas, de manera que estas se ajustaran a la medida de su "nuevo cuerpo". Soltó un largo suspiro mientras terminaba de arreglarse para luego observar por el rabillo del ojo a la chica y posteriormente sonreirle sin pronunciar una sola palabra, - Si así quieres jugar... Por mi esta bien -. Caminó lentamente hasta donde se encontraba la chica y luego en un rápido movimiento la empujó contra la pared mientras tomaba sus muñecas y las posicionaba por encima de su cabeza, - Así que querías saber como actuaba cuando era un crío como tú, ¿No es así?, pues....-, tomó su katana que se encontraba amarrada a su cintura y la poso sobre el delgado y blanquecino cuello de la maga, presionando hasta lograr hacerle un pequeño corte,-... Realmente me gustaba romper cosas y despedazarlas...-, susurró a un lado de su oreja, - Pero creo que contigo... Podría jugar a algo diferente....-, dicho esto, bajo el filo del arma hasta quedar justamente sobre la prenda superior de la chica, rasgando el primer botón de su camisa, - Así que... ¿Jugamos? -, peguntó mientras acercaba su rostro al de ella y la miraba directamente a los ojos.

Dejó que el silencio se apoderara del lugar por unos cuantos minutos y luego, soltó las manos de la chica para posteriormente alejarse de esta y comenzar a reír, - Hahaha,... No tengo intenciones involucrarme con una enana como tú, así que no temas -, comentó mientras secaba unas cuantas lagrimas de sus ojos producidos por la risa, luego, recuperó el aire y se cruzó de brazos mientras observaba de manera burlona a la chica, - Debo admitir que me la has jugado niñata, realmente no tengo idea de como acabar con este conjuro o lo que sea me hayas hecho -, aclaró mientras alzaba sus brazos y bajaba la mirada a su cuerpo - A lo mejor eres mejor bruja de lo que aparentas ser....-, luego soltó un suspiro, - Solo espero que estés preparada cuando te lo retribuya... -, susurró en un tono amenazante mientras comenzaba a dar pasos fuera del callejón mirando de reojo con sus ojos escarlatas a la bromista.

Escuchó el insulto sin saber si se lo decía a si mismo o si iba dirigido a ella, pero no le presto atención y saboreo un poco de su victoria, soltando pequeña risa mientras observaba al demonio ajustar sus prendas. El pesado suspiro emitido por Kain le alertó y dio un paso atrás aún estando consciente de encontrarse en un callejón sin salida y para cuando este se acercó intentar esquivarlo le pareció inútil. Un pequeño escalofrió transito su columna y no supo si era producto de la cercanía del joven o del contacto contra la piedra fría a la cual se encontraba presionada. Tragó sonoramente al escuchar la extraña propuesta de Kain y se mantuvo en silencio por -no supo cuantos- minutos, con la vista fija en los ojos de su acompañante.

Cuando este la libero y alejo su katana de su ya violado espacio personal soltó un respiro que ni siquiera sabía que mantenía contenido e inmediatamente llevo una de sus manos al cuello en busca del pequeño corte. -No me gusta esa clase de juegos...- Susurró ya más calmada pero irritada por la risa del ahora chico, controlando que su cuello no goteara más. -Es que no soy fanática de las decapitaciones, y menos por diversión.- Suspiró para luego arreglar su camisa -Esta era mi camisa favorita... Hasta que la tocaste, Gracias.- Bufó y le observo aún riendo.

-En realidad sí es un alivio que no quieras nada conmigo, enano.- Alzó una ceja y se cruzó de brazos al igual que el, sonriente por el hecho de que admitiese que su extraña estrategia hubiese funcionado, -Corrección, soy una maga... Y en realidad ese conjuro-o-lo-que-sea se terminara cuando yo lo desee por lo que supongo que si quieres recuperar completamente el físico que tenías anteriormente deberás controlar tu impulso por degollarme.- Se encogió de hombros preguntandose que pensaría el demonio a punto de salir del callejón.

-Creo que podrías encontrar alguna bruja que deshaga el conjuro, tal vez a un precio accesible, pero ya sabes... - Bajo un poco su voz tratando de captar su atención. -Cuentan por ahí que no todos tus miembros podrían volver a su tamaño original, y ya sabes a que miembro en particular me refiero, ¿verdad?- Le observo fijamente unos segundos antes de soltar una risita, sin dejar pasar la anterior amenaza recibida.

-Bueno, yo no me arriesgara si fuera tu, pero ya que... Por cierto, no sé a donde ir ya, ¿alguna idea?- Preguntó al final saliendo de una vez del callejón, esperando que el ''chico'' le siguiese.