Conociendo el lugar

Me encontraba caminando, maravillada por el lugar, con una sonrisa en el rostro

Caminaba mirando en todas las direcciones, mirando las rosas con cierto desagrado, largo un suspiro y se sento bajo un rosal, mirando al cielo, una precencia muy familiar le hizo abrir sus ojos de par en par, callendo en un doloroso recuerdo, cerro sus ojos, tratando de pasar de largo aquello, nuevamente aquellos flashback que la tenian harta.

Alguien mas llego a donde la ojiazul se encontraba, al verla a ella, abrio sus ojos de par en par, no podia creerlo, la chica de los recuerdos, de los sueños, del presentimiento que nacia dia a dia de encontrarla ahi estaba, la conocia, de eso estaba segura, pronto el ultimo sacrificio, las dos sacerdotizas, aquel flashback regreso a su mente.
-Hi...Himeko...-
susurro apenas la peliazul, pareciese que hubiera visto un fantasma, se tratab de Himeko, su rubia.
-pero....como?-

Se puso de pie, apenas y camino un poco, sus ojos abiertos de par en par, no podia creer que se tratase de Himeko, la chica que anteriormente ella habia matado, al recordar aquello no evito el dar un paso hacia atras.
-dejate de bromas murakumo!!-
indico, mirando los cielos, gritando fuertemente aquello, Chikane ahora habia reencarnado como un demonio, y Himeko....nuevamente como una sacerdotiza?.
-Himeko....-
susurro, volviendo la vista a la rubia, avanzando con temor hacia ella, una ves cerca la tomo del rostro y clavo su mirada azul en ella.

-Himeko....-
sentia las manos de la rubia en su piel, sus ojos brillaban, queriendo derramar sus lagrimas amargas, sus labios temblaban, realmente era Himeko,, Murakumo las habia vuelto a unir, un nuevo reto para ambas.
-eres tu Himeko!!-
dijo con emocion, abrazando fuerte a la rubia, extrechandola contra su cuerpo con fuerza, respirando aquel perfume suave y sujestivo, sintiendo el calor de su sol.

Sintio aquel dulce beso, el cual respondio sn vacilo, nuevamente la rubia estaba a su lado, no pudo responder a aquello que la rubia habia acotado, solo se dedico a abrazarla y besarla, besarla de aquella manera, delatando lo mucho que habia esperado por ese momento.

-Hime...-
susurro, sentandose a su lado, pero depronto aquel beso apasionado la acallo, respondio al beso de la misma manera, se sonrojoa de sobremanera, Himeko no perderia tiempo ante ese reencuentro, aunque, jamas la dejaria ir.

-Nada, solo que....tambien te busque Himeko....-
susurro, en aquel tonoo de voz amable, calido y un tanto seductor, propio de la ojiazul, quien clavaba su mirada en la de la rubia, sonrojada, admirandola despues de tanto tiempo perdido.

La peliazul seco las lagrimas de la hermoza doncella y le miro, calidamente.
-Himeko.....-
susurro, antes de abrazarla, haciendo que la rubia callera completamente encima de ella, "Era como si me gustara que lloraras, porque asi, te lanzarias a mis brazos y asi yo podria sostenerte sintiendo tu perfume y calor" aquellas palabras tan crueles llegaron a su mente, sin duda aunque era una vida pasada la de las sacerdotizas, esta vez estaba muy presente, se quedo abrazandola fuertemente, no tendria que lidiar mas con el Orochi ademas de que, el idiota de Souma no estaria de mal tercio.
-tambien te extrañe Himeko...-
concluyo la frase, abrazandola fuertemente sin evitar que varias lagrimas escaparan de sus azulinos ojos.





(;O; tas en el msn? para conectarme XD)

El abraso me tomo por sorpresa, pero ya no importaba nada...sequé las lagrimas de mi amada con una calida sonrisa, besando cada parte de su rostro...
Tome sus manos, y las puse en mi pecho, para que sintiera como estaba lariendo mi corazón de alegría...
"¿Lo sientes Chikane-chan?...esoty muy feliz de encontrarte..."
Cerre los ojos disfrutando aquel momento...

{Si estoy conectada xddd}