Alguien dijo...Helado?

*Después de que se había formado aquel pequeño grupo dentro del cementerio, por fin se habían puesto en marcha para buscar lo que ahora sería un tesoro, Helado.
Aion había pasado muchas cosas como para haber olvidado lo que eran los dulces, algo que en un pasado muy lejano realmente adoraba, los compartía mucho con su gemelo...A decir verdad, se los quitaba, pero a estas alturas, nunca antes se había puesto a pensar porque no había comido uno, después de su encierro cualquiera iría por lo que le gusta en cuanto es libre. Suspiró. No lo entendía.

Pasaron algunos minutos durante el traslado de aquel lúgubre lugar hasta las calles de la ciudad Dorada, como así le llamaba. El cielo aun mostraba algo de luz, pero daba señales de que pronto caería la noche, de la cual sabía a la perfección que era peligrosa* -Oe...Idiota...- *Dijo levemente irritado. A pesar de todo, no estaba acostumbrado a caminar, además, estaba sin calzado* -Cuánto más tardaremos en llegar por esos estúpidos Helados!? Eh?!- *Espera, odiaba esperar y hacer esperar, su política de siempre. Le molestaba, no, le enfurecía que las cosas no fueran a buen tiempo o en su mejor caso, rápidas* -Tsk...En verdad esto se poner molesto...- *Si no era complacido a su infantil antojo, seguramente comenzaría a golpear cosas, aunque...Si lo hacía, esa persona no vendría a llamarle la atención?* -Zoryou!-    

*Pedirle que se calmara en ese momento era lo peor que podía hacer, porque definitivamente era imposible, lo único era tener su helado* -Será mejor que no eches la sal, Zoryou, que si no tengo ese helado juro que los morderé a los tres…- *A pesar de su apariencia seguía siendo todo un niño quejumbroso.

Siguió caminando detrás suyos, intentando adaptarse que había tres aspectos idénticos con las mismas voces frente suyo. Pero era complicado identificarlos sin verle los ojos* -Tsk…Ya me harte…- *Fue en ese momento en el que un estruendo se escuchó, claramente había golpeado el piso con su talón hasta romper su estructura, lo suficiente para dejar marca, pero no tan profundo para deformarlo. Después de todo, él ayudaba a la reconstrucción de la ciudad.

Molesto de esperar paso por el lado de estos presentes y buscó a la primera persona viviente la cual con una mala cara le cuestionó sobre un puesto de Helados o algo parecido. El hombre, asustado simplemente le dijo que si seguían derecho podrían encontrarse con algunas tiendas, que por ahí había una* -Escucharon?...Vamos…- *Y se adelantó con paso algo acelerado*

*Se había calmado un poco en cuanto llegaron donde las tiendas, volviendo a ese rostro inexpresivo de antes. Debía tener auto-control, era lo que se repetía bastantes veces seguidas en su cabeza, puesto que según como lo educaron en el cielo, un ángel no podía perderse a sí mismo.

Su mirada paso lado a lado, puesto por puesto, leyendo sus letreros y nombres, algunos de comida, otros de prendas, y algunos más de recolectas. Pero ninguno de Helados. Tan difícil era encontrar un simple gusto humano como ese?
Soltó un pesado suspiro sin mirarle* -Lo iba a matar si no sabía contestar a mi pregunta- *Le contestó de inmediato con toda la sinceridad del mundo, o la de él. Pasó su mirada a ellos esperando que también buscaran, pero nunca espero que comenzaran con ese tipo de comentarios

“Tranquilo Aion…Ellos no son comida…” Ignoró el comentario de Verdeson pero en cuanto al de Rosado, bueno, aquello le pareció de cierto modo gracioso* -Je…Sonreír? Qué es eso?- *Contestó con sarcasmo mirando a los otros que le cubrían la boca y simplemente mostró una leve sonrisa girándose de nueva cuenta en busca del helado. No podía negarlo, esa simple oración le había recordado a su pequeño y dulce hermano cuando niños, era sensible con esas cosas, pero no lo iba a demostrar*

*Negó con su cabeza, si que ese par era torpe, pero no lo iba a decir, al menos comenzaba a conocerlos mejor, un peligro, es lo que pensaba para sí mismo. Cualquiera que pudiera llegar a estorbar simplemente era un problema grande que se debía dejar por un lado.

Dio un leve salto en cuanto escucho al contrario mencionar que había una tienda de helados próxima. Un ligero brillo se logró mostrar en sus ojos en cuanto se topó con aquel gran letrero* -Sé perfectamente lo que no debo hacer…- *Le contestó algo brusco ante su comentario, entrando detrás suyo al local. Su mirada paso a observar cada rincón, atento y bastante serio. Se notaba que las personas disfrutaban de aquel placer humano. Lo que si no se esperó fue el hecho de que ellos ya habían pedido.

Se sorprendió ligeramente, pero se mantuvo a margen, más tranquilo que lo de antes. Escuchó su murmuro nuevamente lo que le hizo poner un gesto molesto* -Maldita sea, que no lo haré…- *Fue así que se puso al frente mirando los sabores, no sabía cuál. Había uno que llamó su atención, era rojo, es lo agradaba* -Oye! Quiero que me des uno de ese…- *El hombre simplemente le sonrío y le hizo caso, le señalo que era de fresas naturales y que le iba a gustar. Aion simplemente se quedó callado hasta el momento en el que se lo entrego* -Gracias…- *Dijo ligeramente bajo, una palabra que no salía muy frecuente de su boca. A decir verdad, incluso aquella actitud sumisa que había adoptado al tener el postre en sus manos era nueva, más nada es eterno* -Oe! Idiota! Paga…- *Le dijo claro y fuerte. Era de esperarse de una persona como él. Era incluso raro pensar en cómo le hacía para sobrevivir sin cargar ni una moneda consigo*

*Se hizo a un lado para que el contrario pudiera realizar el pago. Debía de hacerlo o si no, lo culparía de todo como un supuesto mal padre o algo así. Si, definitivamente en ese momento tenía la mente llena de travesuras y juegos, similar a la de un niño, a como él antes.
Pasó la mirada a los “gemelos” mientras degustaba tranquilo de su helado. Era interesante como ya se tenían clasificados incluso entre ellos mismos. No podía olvidarlos, por eso tanta observación.

No había hablado después de que le entregaron el postre, solo miraba lado a lado. Cómo era posible que no sufriera de ataques de cerebro congelado por comer de ese modo? Más no pregunto y él seguía con el suyo* -…- *Le miró de reojo por un momento antes de volver a ignorarle y seguir con lo suyo. Una actitud completamente infantil. Ahora lo recordaba, por eso se abstenía de las cosas dulces, pero no podía decirle nada, solo…disimular* -Está bueno…Aunque…No sabe totalmente a fresas…- *Declaró sincero, más no podía dejar de comerlo. En cuanto lo terminó realizó un gesto sobre sus labios, dibujando una cruz con su índice derecho.

Volvió donde este nuevamente con su mirada fría y distante* -Este tipo de cosas deberías disfrutarlas…No devorarlas como un vil demonio…- *Le dijo a su frente cruzándose de brazos. Ahora qué seguía? Puesto que si esperaba un gracias de su parte, estaba totalmente mal de la cabeza*

*Era increíble la manera en la que los había puesto de nuevo con actitud adecuada, era ciertamente algo malo con ellos, pero que decir, si había servido estaba bien, intimidarlos sería por el momento una opción, aunque…Si se ablandaba un poco sería mucho mejor, tratarlos como merecían. Espera ¿Estaba pensando eso? Va, claramente era broma.

Sabía lo que era un karaoke, que se hacía ahí, y claramente lo molestó que podría ser, pero al menos parecía que a los contrarios les agradaba la idea de estar ahí. Dejaría las quejas de lado, aun más porque fue su idea el asistir. Realmente mala idea. Ya sentado en uno de los sofás, se dispuso a examinar la sala con la mirada como todo un niño pequeño que no conocía, y así era* -Eh?...- *Se sintió sacado de sus pensamientos por el contrario al cual solo le volteo la mirada* -No me interesa, lo que sea está bien para mi- *Por curiosidad tomó la lista de canciones leyendo sus títulos, pero ninguna, en absoluto, era conocido para él. Vivir tanto y apartado simplemente era algo malo.

Dejó caer sobre la mesita la lista para recargarse cómodamente en el sofá* -Será interesante ver como cantan. Una sola voz escuchada por tres, sería como eco, jeje, interesante- *No podía decir más. Era patético pensar intentar cantar algo que no sabe, incluso por eso mismo se burló de su persona*  

*Concluyó por negar leve con su cabeza ante la invitación de la bebida. Gracias debían de darle de que no fuera en extremo exigente con lo que se iba a su estómago, pero aun así era divertido observar el interés que el contrario estaba por mantenerlo tranquilo.

Se inclinó para tomar un poco del té helado mientras los observaba en cuanto a su elección, alcanzó a leer el nombre, más simplemente no le sonaba, tampoco es de que fuera bueno en cuanto a aprenderse nombres de artistas o canciones, simplemente sabía su tonada y letra* -Realmente se ven entusiasmados simplemente por cantar…- *Mencionó casi al aire dibujando una discreta sonrisa divertida. Al menos podía estar tranquilo al saber que los veía contentos, no como hace un rato, con aquellas caras largas.

Se mantuvo en su lugar observando atento a como se preparaban y como si fuera un espectro, simplemente disfruto del espectáculo. Cantaban bien, no lo iba a negar, además sabían coordinarse, por esa misma razón, cuando terminaron les regaló un par de aplausos, más sin dejar de mirarlos con aquellos orbes almendra* -Les falta afinar algunos tonos, pero en si…Ja, les ha salido muy bien- *Contesto divertido y bastante tranquilo, como si no fuera el chico de antes, al contrario, se veía más educado y bueno* -Aunque casi me dejan completamente sordo con tan elevado volumen y brillo por aquí y haya…- *Dice de nueva cuenta con aquel tono de voz amargado*

*Se dedicó a beber del vaso con té helado, no lo iba a discutir, su sabor le había gustado lo suficiente como para disfrutarlo con pequeños tragos* -…Tampoco es como si los creyera dedicándose para la música…Que lo hagan bien por estar animados es algo muy diferente…- *Mencionó sin mucho ánimo demostrado, pero le parecía divertido simplemente sus reacciones.

Pasó su mirada sobre el contrario quien se restregaba sus ojos, en verdad eso de tener dificultad con los ojos era un problema, ni imaginarse él con ello, lo odiaría, necesitaba su vista al ser un “observador” Aun así, le agradaba su actitud y optimismo, algo que un verdadero ángel debía demostrar* -Venir aquí era para que ustedes se animaran…- *Desvió al momento su mirada a la libreta con la lista de canciones, teniendo un ligero, pero a duras penas visible rubor decorando sus mejillas. Tenía historia, y a su viejo padre le gustaba ir a los karaokes, siempre iba cuando se sentía “mal” Por eso lo sugirió.

Bufó ante sus palabras y lo sintió como un gran reto, por ese mismo motivo, se levantó de su lugar, marcó una de las canciones y tomó el micrófono muy decidido a cantar, todo firme* -Je! Qué me crees?...Cualquiera puede cantar en el Karaoke sabes- *La delicada tonada sonó, como si fuera a darle la señal de inicio* -Solo presta atención, Idiota- *Le dijo con una prepotente sonrisa antes de voltear a la pantalla y comenzar a cantar*



*Mientras cantaba se mecía delicado en su lugar y como a mitad de la canción, simplemente se dejó llevar por la letra. Si, se la sabía. Pero al poco tiempo se terminó y miró a los contrarios con una expresión algo sumisa, bastante rara en él* -Cofcof…Creo que…Era algo…Lenta para lo que se podría esperar…- *Mas su ego seguía presente y no iba a admitir que era de las pocas canciones que se sabía. Una pequeña canción que nunca comprendió porque la tenía grabada en su mente, más solía cantarla para calmar a su pequeño y miedoso hermano*

*Quizás era un detalle de raza, ya que los ángeles tenían ese dote, voz angelical, patético, llegaba a pensar el pelirrojo, más no iba a evitar que era entretenido hacer eso, salir de la rutina diaria y disfrutar tan solo un momento.
Soltó un ligero suspiro desviando su mirada ante sus aplausos. ¿Desde cuándo se llevaba bien con alguien?* -…Te dije que podía cantar…Tampoco es como algo totalmente extraño- *Mencionó con un leve aire de irritación. Le arrojó ligero el micrófono a “Verdezon” para poder volver a su lugar y darle un buen trago al té* -¿Ir conmigo? Eso es patético…Mejor ni lo vuelvas a mencionar, idiota…- *Comentó de manera brusca pero sin poder evitar el dibujar disimuladamente una sonrisa.

Ahora de momento podía entender muchas cosas referentes a su viejo y difunto padre, estas atracciones, quizás no se las privaría tanto de ahora en adelante* -¿ Y bien? Acaso no planean cantar de forma individual? Ya han pagado el tiempo completo, no dejen espacios muertos…Es molesto- *No, no se preocupaba por lo que hayan pagado, al contrario, solo quería seguirlos escuchando, olvidar al menos por un momento que debería estar “trabajando” en la búsqueda de su estúpido gemelo. Volvió a suspirar pesadamente al recordarlo “Espero no se meta en problemas…” Pensaba a sus adentros*

-OE! Zoryou!- *Le llamó al instante y le extendió al baso vacío ladeándolo lado a lado para que sonara los pocos hielos que tenía* -Quiero más…- *Atinó a pronunciar serio, pero tranquilo. El mal humor se había apartado, a la suerte de los presentes y también para él, estar en nervios arriba le afectaría en su salud…Pero era un ángel, como si fuera tanto, pero seguía cuidándose*

-...- *Su mirada se fijo en Zoryou en cuanto notó como se tomaba las molestias siquiera para ir por las bebidas, eso era tan...adorable. "Ni lo pienses" Se negó a sus adentros para prestarle toda su atención a Verdezon, que el cual había escogido una canción bastante activa e interesante. Seguía asombrandose por lo diferente que podían ser esos tres y los misterios que guardaría el principal, cosas que con el tiempo investigaría, pero que por ahora mantendría a distancia, al menos se acostumbraban a su irritable presencia antipática y lo trataban con cuidado, eso, aunque no supiera, lo relajaban lo suficiente para mantenerlo calmado.

Aplaudió como lo hizo Rosado, y solo asintió con la cabeza ante su cuestionamiento, así dirigió la mirada al presente y aceptó el vasa nuevamente* -¿Realmente se te ah pasado el usar el teléfono? o... ¿Tenías que hacer algo fuera?- *Le miró fijamente. Conociéndole bien, tenía que mirar todo de cualquier forma, era un observador, era de esperarse.
Ahí, la nueva presencia que se hizo presente llamó su atención. Giró la mirada al interlocutor y observo aquella apariencia. "Albino..." Pensó al ver el tono de su cabello, que al instante le hizo recordar a su estúpido hermano menor.

Sin mucha molestia, se dispuso ignorarle, volviendo la mirada a la pantalla y darle un nuevo y buen trago a su bebida, con solo olerla sabía que no se trataba de un simple humano, al contrario, tenía esa esencia ya conocida* -Tsk...Que molestia...Esta maldita ciudad se vuelve cada vez más atrayente y confusa a los nuevos...- *Llevaba muchos años por sus alrededores para tener la vista de los nuevos y más si se trataba de aquellos que se perdían.

Sin siquiera dignarse en mirarle, su naturaleza le hizo actuar inconsciente, puesto que un ángel debía proteger a los desamparados ¿no?* -¿Qué hace una criatura como tu vagando a estas horas en el mero centro y núcleo de problemas de la ciudad?...- *Le cuestionó a la presente fijando su gélida e inexpresiva mirada a ella* -...Si tanto buscas el estúpido Bosque...- *Levanta su diestra y señala una dirección sin mucho ánimo* -Temo decirte que estas algo apartada...Ese lugar se encuentra al Norte de aquí...Tsk...- *Contestó sin ganas. Era inevitable en ponerse a ayudar a los visitantes o ciudadanos, para eso estaba. La fiesta se le había ido en el instante que su instinto protestaba en ayudarla*

-Tsk...- *Era molesto escuchar sus quejas, a pesar de que se dio el tiempo y saliva de incluso señalarle donde estaba aquel lugar, no veía la razón para que ella se pusiera a la defensiva suyo, bueno...Aunque todos claro, sabían que estaba bien contra aquella actitud grosera del ángel.

Aun así, su mirada se desvío para mirarlos hablar y prestar mucha atención a lo que decían ambos. Le pareció bastante curioso que ella afirmara que era su propio hogar ¿Cómo es posible que se haya perdido en el regreso? Bueno, cualquiera podría ser torpe, a lo que le recordó totalmente a su gemelo en un instante.

Soltó un pesado suspiro para tomar su vaso y darle un gran trago pasando su mirada almendra al otro par* -No deberías molestarte, Zoryou, acaso aun no te has dado cuenta?- *Le miró fijamente sin mostrar ni una expresión en su rostro, terminando por señalar a la chica* -Ella no huele como cualquier humano...¿O me equivoco?- *Le cuestionó por último a la chica, mirándola de forma afilada y amenazante. Común en él claro, no muchos ángeles resultaban ser tan "salvajes" y "malos" como representaba el mismo Aion*