Visitando a mis compañeros caidos

*Perderse en las destruidas calles de aquella ciudad y vagar como un alma era a lo que se dedicaba el joven pelirrojo desde su escape de su prisión, del cielo. Era una gran carga ser un ángel y tener su interior podrido en varios sentidos. Era una cruel realidad que debía aceptar y cambiar por su propio bien.

Tanto fue su tiempo caminando que inconscientemente llego a cierto lugar al que no debía, el cementerio. La noche callo y el clima le ataco con una lluvia, no iba preparado, en realidad, jamás estaba preparado para aquello, solo se digno a continuar caminando. Vestía unas prendas al estilo toga de tonalidad negra con algunos detalles rojos, con manga larga, sin calzado y mostrando algo de su pecho.

Paso caminando entre las lapidas sin importarle no tener el permiso de estar en aquel lugar, rosando con las yemas de sus dedos las grandes rocas. Aunque no lo pareciera, buscaba algo que sabía se encontraba en ese lugar, pero a cambio obtuvo a otro visitante el cual, se podía sentir como una no amenaza. Aun así, decidió ocultarse escuchando a la perfección sus palabras detrás suyo*

-Y nada mejorara a menos que te pongas a trabajar, idiota- *Se decidió a dar por fin su presencia al contrario, aproximándose a colocarse a su lado y mirando las tumbas que tenía en frente* -Perderás muchas oportunidades si sigues quedándote aquí parado pensando en idioteces- *Su tono de voz demostraba frialdad al igual que su inexpresivo rostro, pero no se hubiera dignado a hablarle si no fuera porque el contrario le había llamado la atención ¿Por qué? Por que en cierta parte ambos se encontraban en la misma situación, y eso lo supo al escucharlo cuestionarse a si mismo.

A pesar de que llovía, las gotas no lo mojaban, no, tenía un invisible escudo a su alrededor compuesto de aire que lo mantenía seco, es por ello que no se veía incomodo ante el lugar.
Sus finos orbes almendra seguían puestos sobre aquellas tumbas y con poco esfuerzo se digno a leer lo que estaba escrito en ellas, pero al final soltó un largo suspiro de aburrimiento y se giro a ver al ya presente* -Por cierto...¿Quien eres? Jamás te había visto...- *A pesar de su mal forma de hablar y sus penetrantes miradas heladas, no lo hacía intencional, ya era algo normal en él. Ya tenía mucho tiempo que no tenía contacto con otro ser como él, eso de algún modo, lo emocionaba*

*Podía notar claramente en su rostro como le había afectado su forma de hablarle tan…confiado, debería de estar agradecido de que su actitud había cambiado a como era antes o si no, ya desde hace rato se hubiera metido en problemas como acostumbraba.

Al fin cuando contesto a su pregunta lo escucho claro, memorizando su nombre para tenerlo en su banco de archivos mentales junto a su apariencia, pero aun no podía tener una descripción clara del peli-azul, primero debía de…conocerlo…porque no.

Su mirada choco con la del contrario, algo intimidante y se quedo callado un instante antes de proseguir* -No me hables por usted, eso es simple basura que utilizan los buenos- *Chasqueo la lengua y se cruzo de brazos como si aquello le hubiera molestado* -Zoryou…- *Repitió al mismo tiempo de que caminaba a donde las tumbas y se sienta sobre una de ellas* -Aion, ese es mi nombre, ahora contéstame ¿Qué lugar prefieres más?-

*Puede que el contrario no supiera pero el pelirrojo lo había escuchado desde antes y quería simplemente aclarar su curiosidad sobre este, y no era muy paciente que digamos, solo quería sacarle la información y posiblemente, encontrarse con un aliado*

*La mirada de Aion se desvió al cielo, viendo como las gotas simplemente desaparecían al tener contacto con su escudo, y a la vez, ignoraba de cierta forma al joven que tenía en frente* -Este lugar era más brillante...- *Llego a mencionar. Sus recuerdos eran vagos, era un simple mocoso cuando toco por primera vez esas tierras y desafortunadamente tuvo que dejarlas.

Soltó un pesado suspiro y regreso su gélida mirada sobre el presente. Se mantuvo callado y al final, simplemente le dijo* -Que estúpida forma de pensar...- *Menciono sin el mínimo cambio facial, indiferente* -Pero...- *Algo si podría notarse, el pelirrojo estaba totalmente lleno de curiosidad por conocer más sobre Zoryou ¿Por qué?* -Parece que...nos parecemos bastante...- *Lo escruto con la mirada, como si con esta podría entrar a su alma y saber más sobre él; pero simplemente soltó una leve risilla con un curioso gesto, algo adorable, parecido a una sonrisa, que de modo instantáneo desapareció.

Se estiro elevando sus manos al cielo gruñendo de aburrimiento, volviendo a ese estado antipático de su parte* -El cielo es una basura que no debería existir, simplemente está para estorbar y causar problemas, es...bastante brillante que me encandila, pero el infierno no se queda nada corto...- *En ese momento se quedó callado de golpe, recordar todas las crueldades que había sufrido su gemelo en ese lugar, le causaban que le hirviera la sangre* -Pregunte simplemente...porque eres interesante...últimamente no eh visto a personas por estos territorios...-

*Acomodó sus prendas y se cruzo de brazos* -Ahora...¿Hay algo que quieras preguntarme?...Es lo justo, información por información...- *A pesar de su actitud del asco, Aion tenía sus propios puntos a seguir, sus reglas, y ser justo era algo que llevaba en su naturaleza, aunque ni él mismo quisiera aceptarlo*

*Escucho atento a sus palabras y cuando por fin expuso su duda ante él, no pudo evitar el quedarse callado, de cualquier cosa que pudo haber preguntado, tuvo que haber sido eso* -Ya veo... *El interés era mutuo, pero Aion ya había sido entrenado especialmente durante años para conocer por medio del olfato los genes que recorrían el interior de cada ser, es por ello que esas preguntas siempre le parecían una molestia.

Aun así tuvo que pensar en su respuesta ya que al parecer era más complicada de lo que parecía* -Bueno...que te parece si lo dejamos...que no tengo raza en especifico- *Se levanta de la lapida colocándose frente al peliazul* -...- *Se quedo callado por un momento y se resigno suspirando* -Soy un ángel...- *Afirmo por fin, haciendo un gesto facial como si eso le molestaba* -Pero mi descendencia es de muchas razas...por eso, no es especifico que soy un estúpido ángel...-

*Se sentó frente al joven aun serio e indiferente ¿Por qué? ¿Por qué con tal facilidad le contestaba? ¿Por qué no simplemente lo dejaba y se marchaba a buscar al idiota de su hermano menor? ¿Por qué moría de curiosidad por ese joven? Algo tenía que causaba esa esencia adictiva sobre el pelirrojo, y pronto debía de descubrirlo* -¿Algo más?...-

-…- *Volvió a hacer un gesto de molestia cuando el contrario afirmo aquella declaración como interesante. ¿Qué tenía de interesante que él fuera un ángel? Si eso era absurdo y aburrido, además de normal. “Que simple” Alcanzo a pensar para si mismo aun prestándole atención.
En eso metió al tema a alguien más, alguien que al parecer era recordado a causa de su parecido ¿En serio? Pero espera ¿Qué dijo? Una chica de muchas razas y a la vez que era la mascota de alguien, estaba hablando en verdad? Un acto de reflejo lo hizo levantarse y tomar por las prendas al peli-azul con algo de fuerza acercándolo a su rostro. Apreto sus dientes y como si aquello le hubiera dado de golpe le miro con sus ojos afilados causantes de miedo y con su voz algo ronca hablo*

-Esa chica, esa chica como se llamaba? Donde la viste?- *Su voz dejaba entender la desesperación que en ese momento sentía. Si, la primera persona que llego a su mente fue…* -Habla maldita sea!- *Le sacudió salvaje, intentando retener sus instintos para no soltarle un golpe en medio rostro. Se quedo en esa posición por un momento más antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, así, lo soltó y volvió a su lugar* -Ugh!...lo lamento…No quería…molestarte…- *Se golpeo fuerte la frente y la apretó reteniendo su furia. Respiro hondo y volvió a mirarle de nueva con cuenta con esa misma forma tranquila* -Para estos últimos años es seguro que hayan nacido muchos seres como yo…eso seguro…pudo haber sido cualquier otra…persona…-

*E intentando darse esperanzas se quedo mirando el suelo. Si, sus pensamientos se habían alterado, tanto como antes nunca había ocurrido, no sabía realmente en que pensar ya. “Estaré mal?” pensó intentando recordar el rostro de aquella persona*

*Bajo la mirada escuchando claramente sus palabras, y mientras intentaba confundir a su cerebro, no podía evitar el reconocer justamente lo que decía. Ese nombre y esa facilidad de dar información, claro que se trataba de esa mujer, era tan idiota y descuidada que de seguro su cambio de personalidad de la cual decía Zoryou se tratara de su lado Berserk ¿qué más podría ser?
Suspiró pesadamente, intentando aclarar sus pensamientos ¿Qué debía decirle ahora? ¿Cómo debía agradecerle por haber pasado tiempo con esa basura? Ser una buena persona no era de su estilo, no, raramente lo era y eso por culpa de tanto que lo molestaban en el cielo por intentar aplacar su mal comportamiento* -Pffff… *Bufo pesadamente. Esto era incómodo.

Su mirada se volvió a fijar en el contrario manteniendo un buen rato de silencio hasta que chasqueo su lengua* -Tsk…esa idiota…la matare…- *Se cruzó de brazos mirándole indiferente* -¿No sacudirte? Realmente eres sensible, Zoryou…- *Le dijo sin saber que más contestar. Volvió a callarse aun lleno de dudas ¿Hace cuantos años fue aquello? ¿Por qué esa mujer no hacía acto de presencia ante él y su hermano? ¿Por qué un ángel había entrado a territorio infernal? Su cabeza nuevamente daba vueltas* -¿Y bien?...Ya que tu me has dado información sobre ella…creo que lo correcto es que yo te devuelva el favor…- *Un trato era un trato, y evitaría decir alguna otra estupidez al aire o que sus nervios se alteraran, era el turno del contrario en preguntar, así trataba Aion de evitar las cosas, de una forma algo infantil…que más, aún era un crío*

-…- *No contesto. De cierto modo tenía razón, a él tampoco le gustaría que lo sacudieran, mucho menos después de cómo lo trataba su “padre” aquellos años. Malos recuerdos…

Suspiro y comenzó a escuchar su propuesta* -Por eso uno debe de pagarlos de modo pronto… *Contesto cortante a su quejido. Curioso joven, tan parecido…cada vez hacia que se interesara más y más. Su mirada se volvió indiferente, como si sus palabras se las llevara el viento, se sacudió las prendas y las colocó en su lugar antes de regresar su mirada a este. Pero a pesar de que haya terminado, no dijo ni una palabra.

En su cabeza se puso a analizar la situación, visualizando lo que ocurriría a partir de aquella…¿alianza? Suspiro pesadamente como si aquello le fastidiara* -¿Realmente crees que podamos trabajar juntos? No llevamos más de unos minutos de conocernos, no conoces mis intenciones, es posible que te haya seguido hasta aquí para matarte ¿No lo crees?- *Su voz sonaba tan dulce para disponerse a soltar aquellas palabras, pero era verdad, Había vivido bastante como para no fiarse ni de su propia sombra* -Pero…- *Volvió a tomar su atención. Su mirada se dirigió a las tumbas de antes, aquellas a las cuales Zoryou les hablaba. Si, escucho su conversación y con eso comprendía, al menos una parte, por lo que quería realizar aquella unión* -Pienso igual que tu…estar solos por estos territorios no es lo más conveniente…- *Pero a pesar de todo, se lo seguía pensando.

Existían muchas posibilidades si se unían, como una que dijo, conseguir información, eso le gustaba, pero también tomaría un poco de provecho en aquello. Chasqueo su lengua* -Odio a los ángeles con toda mi alma, además, jamás eh tenido la intención de tener que soportar a uno, son asquerosamente puros…Y ese maldito mundo se está pudriendo cada vez más, a lo que no creo que se haga fácil las cosas, solo…no tan complicadas-

*Su mirada se aligero. Elevo su mano al cielo y la sacudió lado a lado, como si espantara algo, y así era, la lluvia dejo de caer al tiempo de que las nubes se apartaban y despejaban el paisaje. Le regreso la mirada y por un instante le mostró una dulce sonrisa* -Pero de algún modo tú me agradas- *Se cruzó de brazos de nueva cuenta para regresar a su frialdad* -Pero hay varios puntos que, creo suponer, son importantes mencionar…primero, la información que por mi parte yo te entregue deberá ser totalmente restringida. Segundo, no planeo aceptar a nadie más que a ti, después yo juzgare a esa persona…- *Se tomó un momento para respirar ¿Estaba haciendo lo correcto?* -Tercero…Si llego a ver un pequeña señal de traición por tu parte, te matare- *En ese momento, claramente se pudieron notar como sus ojos se afilaron al instante, pero al instante se relajó, soltando sus brazos y mirando el cielo* -Eso sería lo más importante…El resto de las cosas seguramente saldrán a flote con el tiempo- *Su barrera desapareció mientras el pelirrojo se iba poniendo de pie, al parecer terminó siendo inservible cuando la lluvia se esfumo. Lo observo penetrante desde lo alto, de modo imponente*

-Así que…Con esas condiciones y con la advertencia de que habrá más ¿Sigues dispuesto a tener un contrato conmigo?- *¿Había dicho contrato? Si, claramente era eso, bien estaba informado del modo de trabajo en una alianza, la cual no era muy de su conveniencia, debía estar firme y se conocía lo bastante como para saber que su fidelidad debía ser correspondida de la misma manera y realizar un contrato con él era la única opción ¿Por qué? Porque, a su beneficio, podría conocer las intenciones de su contratista, recibiría su apoyo, o eso esperaba. Pero lo que Aion estaba dispuesto a entregarle, además de su inigualable fidelidad, también estaba disponiéndose a ser su guardia si la situación lo ameritaba, entre muchas otras cosas, lo trataría con cuidado, tal parecido a como con su pequeño hermano* -¿Y bien?-

*Soltó un pesado suspiro ante su queja, tan infantil, pero...le recordó tanto a su hermano a lo que se resistió a soltarle un golpe y simplemente se le quedó mirando fijo* -Mis razones son claras, la traición es inminente y se debe de pagar con el mayor de los castigos… *Pero se cruzó de brazos notando ese cambio de actitud tan raro en el joven ¿Realmente debía fiarse? Intento no cuestionarse tanto, de algún modo u otro debía aliarse de alguien mientras estuviera en la tierra y este joven por el momento era su única opción.

Se acercó lo suficiente para quedar a unos pocos centímetros del contrario y sin pedirle permiso, le tomó del brazo derecho abriendo su palma de la mano* -El contrato es más importante de lo que te puedas imaginar…- *Lo mira serio para después ver su mano* -Sobre todo porque te protegerá de una persona en especial… - *Susurro por último dispuesto a cumplir el contrato. Se quedó con la mano en frente, rezando alguna oración y al finalizar le beso, de repente un intenso brillo rojizo apareció incandescente. En cuanto se fue, dejo en su lugar un sello gravado en la piel del joven* -Procura no perder tu mano…esto puede que todo salga bien…-

*A pesar de todo, Aion seguía mostrándose serio, sin importar de lo que sucedía, dio por último un rezo y por fin dejo su mano* -Es el contrato del alma roja- *comenzó a explicar* -Con esto podrás comunicarte conmigo sea donde estés, si te metes en un lío, simplemente siente la marca y produce mi nombre…De inmediato estaré donde tu…otro de sus medios es mantenerte protegido…- *Suspira dando pasos atrás y cruzando sus brazos* -Tiene más usos…pero esos te los mostraré con tiempo…aun no confío del todo en ti…_ *Le contestó frio y seco*

*Aquel joven realmente era curiosamente diferente y le llamaba tanto la atención. Pero aun así no podía perder la cabeza en esos momentos pensando en cosas vagas. Al contrario, debía atender a su ya ahora aliado, por no hacer mención de otra palabra más…Descarada a su persona* -Espero no te dediques a jugar con esa marca, es importante, al menos por mi parte, de que la mantengas en secreto- *Se cruzó de brazos mirándole fija y seriamente* -Aún más si se tratan de los ángeles…- *Cerró sus ojos pensando en todas las posibilidades de castigo que podría tener a causa de ello, no solo de sus superiores, si no, también de “esa” persona, sin mencionar a su hermanito.

Dejo escapar un pesado suspiro y volvió su mirada almendrada al contrario ¿Qué debe hacer para que confiara? Pregunta complicada, pero no tenía cuestión ahora de dejarla pasar, ya estaba sellado* -Solo deja que el tiempo pase…Te estaré evaluando…- *Desvía su mirada a otro lado, notando que aún seguían entre aquellos cuerpos sin vida ni alma, tan patéticos* -Aunque…- *Reparo a contestar dibujando una sonrisilla algo burlona riendo suave ante sus torpes pensamientos, aún era un niño* -Hablaba en serio cuando dije que me agradas…Simplemente no se porque…Así que puede que eso te de puntos a tu favor- *Aclaro por fin, escrutándolo con la mirada. Buscaba la respuesta de sus instintos, pero eso simples seguían en misterio para si mismo* -En todo caso, habrá algo que quieras hacer? No hay mucho últimamente por estas tierras…- *Dice claro y arrastrando las palabras, era aburrido. Nuevamente regreso a su gélido semblante sin importancia de quien lo viese*

*La forma de ser del otro en momentos le preocupaba, era…suave, mucho a su parecer, pero no podía juzgarlo aun, eso estaba claro. Sabía de muchos otros que se mostraban de buena actitud todo el tiempo escondidneo su verdadero poder interno, eso le parecía una lástima, por qué no solo mostrarse simplemente como son a la primera? Bufo, no estaba para juegos, aunque le gustarán mucho.

Lo escuchó atento, sin perderse de sus palabras, asintiendo en los momentos en que estaba de acuerdo, fue en ese momento en que titubeo…Algo tenía en mente* -Vamos, dilo de una maldita vez, idiota…- *Dijo algo irritado, terminando por chasquear su lengua. Al parecer se trataba del estado de “La Ciudad Dorada” y de sus ex–gobernantes. Si se ponía a pensar, en la primera, Aion ya era parte de los restauradores de Shizuka, detestaba ver en ruinas el bello lugar en donde una vez vivió su querida madre y donde sus hermanos y él nacieron.
Terminó por soltar un pesado suspiro, ahora debía de acomodar sus ideas en la cabeza* -Deja de desear y ponte a actuar, Zoryou, si tanto quieres que Shizuka vuelva a su trono, entonces ponte a trabajar en ella…- *Lo miró penetrante con sus almendrados y afilados orbes* -Tsk…Yo soy uno de los pocos civiles que están en movimiento arreglando la ciudad, no solo en sus construcciones, si no también eliminando lo que no es debido…- *Claramente después de los problemas, la ciudad había terminado con varias entradas del inframundo y del cielo, lo que facilitaba a los seres a acercarse por donde quisiera* -Por otra parte…Jamás me puse a pensar en si habría herederos de los reyes…Pero…Conociendo a Yuna y Akira…Es posible que no se hayan ido sin mas…-

*Su mirada paso a observar la entrada del cementerio, cuántas familias ahí enterradas y sin rastro de sus viejos reyes* -¿Helado?- *En ese momento fue cuando reacciono. Su mirada se suavizo levemente posándose de nuevo sobre este* -¿En verdad es una broma?...Helado?...- *La última vez que había probado un helado fue con su padre antes de morir, solo una vez en su vida y lo que recuerda es que era tan dulce y delicioso que termino comiéndolo rápido y eso le afecto en su cabeza, helando su cerebro. Se quedó pensando, últimamente no se daba ningún lujo como esos…*

-…- *Si, definitivo, se irritaba con facilidad, pero que decir, debía agradecer que le agradara o si no en ese momento ya le hubiera soltado un puñetazo en la cara y lo hubiera dejado ahí. Pero simplemente su aura le llamaba mucho la atención, por eso seguía ahí.

Y por fin comenzó a hablar, sus intereses, algo que por una parte memorizaría para poder ayudarle a cumplir, después de todo en parte concordaban* -…eh?...- *Pero de un de repente su mirada y su actitud cambio, tres veces consecutivas “Diferente, definitivo…” Se decía a sí mismo en su mente mientras observaba como babeaba. Gracias a ese repentina soltura por parte del contrario pudo conocer algo más. Una persona de multiples personalidades y al mismo tiempo con vista dañada, tenía que tener su cuidado puesto que no dejaría que fuera lastimado aunque…Aquello había sido algo nuevo para el pelirrojo* -Pffffff…JAJAJAJAJAJAJJAAJA!- *De la nada no pudo contenerse más y solo comenzó a reír. Se tomó un poco el estómago y señalándole seguía riendo* -Jashin! JAJAjajaja te veías tan torpe jajajaja Esas jajaja esas actitudes tuyas de hace un momento pffff jajajjaa fueron tan geniales jajajaja- *A pesar de haber vivido en el cielo durante esos años, siendo reformado y construyendo en él una persona seria, era claramente imposible dejar su largo pasado de crío, después de todo aun era joven.

Se limpió las pequeñas lagrimillas que se asomaron por sus ojos y con una leve reverencia con su cabeza se dispuso a pedir disculpas* -No era mi intención jeje, en verdad lo lamento pero aquello fue simplemente genial jajajaja- *Se puso derecho y acomodó sus prendas mirándole ya más tranquilo y de vuelta a su seriedad, bueno…con una diminuta sonrisa* -Zoryou rosadito y verdeson, porque no vamos por un helado, yo digo que lo merecemos, como nuevos compañeros, qué dices?-