Muerta de hambre ._. [Gaara]

Habian pasado dos dias desde que llegué a Shizuka y lo ultimo que habia comido fueron unas galletitas de chocolate en el bus.
Estaba bastante acostumbrada a tener un tanto de hambre, pero esta vez si que me encontraba famelica.
Decidí ir a comprar algo a una tiendita como un sandwich barato, no disponía de mucho dinero esta vez. Había gastado la mayoría en el pasaje para el bus.

Me pasé un tiempo buscando pero al ser sábado por la tarde, todo estaba cerrado.
Suspiré, si no encontraba nada para comer me iba a dar fatiga en cualquier momento. Seguí caminando en busca de algo hasta encontrar un café que se encontraba con unas cuantas personas.

Preferí entrar, a este punto del día me encontraba tan muerta de hambre que no me importaba quedarme lavando platos para compensar el dinero que me llegara a faltar.

Una vez dentro del café, estaba tan calefaccionado que me dio una sensacion muy acogedora. Me senté en una mesita esperando a que alguien atendiera.

Vi que tambíen a lo lejos, habia un pasillo que guiaba hacia un bar, se encontraba muy iluminado aún para ser las 5 de la tarde.

Repentinamente al ver ese bar recordé que si mi dinero se acababa, tendría que buscarme un trabajo ya que hasta que no encontrara a Pinsu y la convenciera de que volviera a nuestra ciudad no me iría. Y al parecer me demoraría bastante. No pensé que esta ciudad fuera tan grande, me la imaginaba como un pueblecito pequeño en el que no hay mas de mil habitantes

Me encontraba contando las monedas que tenía en el bolsillo de la chaqueta cuando de pornto escuche una voz proveniente de un hombre, al parecer dirigiendose a mi.

Levanté la mirada y vi a un chico de pelo rojo y unos notorios ojos verdes, pidiendome si podía sentarse en el otro puesto que habia en la mesa.

Rapidamente desvíe la mirada al resto del café, y me di cuenta que todos lo demas puestos estaban ocupados.

- Claro.-Respondí amablemente. El chico parecia ser buena persona.

Lo ví sentarse, y noté que tenia como una especie de tatuaje en la frente. No dije ni pregunté nada, pero me llamó la atencion.

- Me llamo Charleen, por cierto.-Me presenté, por simple educación.

- Un gusto Gaara.-Le dije en respuesta.

Lo escuché decir que me pagaría la comida si yo quisiera. Me parecio un tanto sorpresivo por su parte, pero pensandolo bien, necesitaba un poco de dinero para sobrevivir.

- Oh, no tienes porque.-Dije haciendo un gesto de la mano como si no me importara en absoluto.
- Sobrevivo con lo que tengo, y la verdad esque vine a esta ciudad para algo bastante especifico, no creo que necesite mucho dinero-Agregué sonriendo de lado

Era cierto, necesitaba dinero, pero no podía llegar así y pedirle dinero a un extraño nada mas. Se me hacia... incomodo por así decirlo, que alguien me pagara mi propia comida.

Se acercó un mesero a pedir nuestra orden.

No había mirado ninguna carta, ni nada, pero casi que tenia ganas de decirle "No se, traigame lo que sea, muero de hambre". Obviamente eso sonaria horrible y descortés asique preferi ahorrarme las palabrar y decir lo primero que se me viniera a la mente.

- Pues, no sé, ¿un sandwich de jamon y queso, podria ser?-Pregunté dirigiendome al mesero, este asintió con la cabeza y escribio rapidamente en la libreta.

- ¿Y tu Gaara?- Le pregunté al igual

Respondí con una sonrisa de lado, sin comprender muy bien su gesto.
Vi al mesero retirarse y escuchée su pregunta. ¿Como explicarselo a alguien que acababa de conocer? Intentaría simplemente, no debe ser tan dificil, ademas Gaara me habia caido bien.

Me quedé unos instantes mirando sus ojos, un tanto untimidantes, y muy profundos, pero por sobre todo, muy lindos, eran de un color sumamente diferente, y contrastaban con su pelo rojo y su tez palida.

- Pues, es una larga historia-Dije rodando los ojos.- Vengo de una ciudad mucho mas grande que esta. Y pues vivo con un grupo de amigos en un campamento, bueno no se si es un campamento la verdad, se podría decir que vivimos en la calle.-Me interrumpí, no habia controlado eso, no me gustaba decir "vivo en la calle" hacia que la gente sintiera piedad, y para mi y para nosotros no era un problema en absoluto.
Es decir, no es un problema muy grande, vivimos con nuestro propio dinero que sacamos de nuestros trabajos.-Dije intentando solucionar la frase.
Bueno, nos encargamos un poco de "decorar las calles" ¿sabes? Hacemos dibujos y graffitis.-Dije sonriendo, me encantaba decirlo, hacer graffitis era muy entretenido.
-Perdón, me estoy distrayendo.-Reí levemente.- La cosa es que una de mis amigas, mi mejor amiga la verdad, se fue, bajo no se qué razon, y al parecer se encuentra aqui, y la vine a buscar y convencerla de que volviera.-Concluí la frase.

Escuché su pregunta, y la respuesta era no, no tenía la mas minima idea donde demonios se podria encontrar, y se me hacia terrible permanecer aqui por mucho tiempo.

- Pues la verdad no, no tengo una idea, pero a Pinsu siempre le gustaron los parques y plazas, cuando vivia en la otra ciudad visitaba siempre, asique he ido varias veces a ver si se encontraba, y aún nada.-Me encogí de hombros.

Yo le habia contado mi historia, pero ¿que habia de la suya? había llegado hace poc a Shizuka o era un habitante desde siempre? Decidí preguntarle.

- Y tu Gaara, ¿eres de aqui?-Le pregunté ladeando levemente la cabeza involuntariamente.

De pronto, el mesero llego con las respectivas ordenes, las puso en la mesa y se fue.
Tomé el sandwich y le dí un mordisco.

Suspiré. Que frustrante era no encontrar a Pinsu.
Escuche eso ultimo que dijo, en ese caso si no conocia tanto la ciudad, quizas no podria sr der gran ayuda.

Aún asi habia llegado hace mucho mas tiempo que yo a la ciudad, asique quizas se pudo haber cruzado en la calle con Pinsu, sin saber que era ella.

Me quede unos segundos en silencio sin saber que decir, hasta que me animé a preguntarle.

- ¿Pero por casualidad no habrás visto a una chica como de mi tamaño, de pelo rosa liso, como hasta la altura de los hombros y con una ropa un tanto hippie?- Le dije, intentando ser lo más detallada posible en mi descripcion.-Es decir, si has estado aqui mas que yo, quizas la viste en algún lugar sin darte cuenta, y podrías ayudarme, puesto que no me iré hasta de aqui encontrarla.-Sonreí de lado, con una cierta conviccion en mi ultima frase

Esbocé una sonrisa al escuchar los ultimo que dijo..

- ¿Y no sabes donde vive o donde esta durmiendo o algo asi?-Le pregunté claramente se notaba el interes en mi voz, porfin alguien que lo conociera o que la hubiera visto.- ¿O por lo menos te dijo algo a proposito de su estadia en Shizuka? Cualquier aporte sirve para mi busqueda.-Agregué sonriente

Se me había simplificado mucho mas que Gaara conociera a Pinsu, o por lo menos que hubiera establecido una conversación con ella.

Oh ya veo.-Asentí con la cabeza. Que lástima que ni hubiera sido de gran ayuda.- Bueno no importa, alfinal, no debe ser tan dificil vivir en esta ciudad, cuanta gente podrá vivir aqui, ¿unas 400? Es facil cruzarse con toda la ciudad en una semana.-Sonreí de lado, preferí mantenerme optimista, ademas de que Gaara se diera cuenta que su ayuda no habia sido en vano

De pronto, noté en su cara una cierta tristeza luego de sus palabras, quería preguntarle que se sucedia pero mis palabras no salian, por alguna razon me imaginaba que podia ser un poco mas profunda su tristeza. Pero que va, no me gustaba verlo triste.

- ¿Te pasa algo Gaara?-Pregunte de una voz mas bien suave, para no sonar ruda o muy sorpresiva

- Está bien.-Respondí, aun no me habian convencido mucho sus palabras, aún sentía que le sucedía algo, pero no queria entrometerme mas, para no ser latosa y terminar pidiendo disculpas.
Escuche lo segundo que dijo.
-Eso espero.-Dije, mas bien como para mi misma que como una respuesta.

Unos instantes después, llegue a una especie de reflexión.
Gaara era una persona sumamente misteriosa, no sabia nada de el realmente además de su nombre y no habia querido contarme como habia llegado a Shizuka. Era realmente dificil de entender. A veces podía lograr ser carismatica a la hora de conocer gente.

Pero con el no, Gaara era diferente. Me había agradado, pero aún quedaba con un sentimiento de no conocerlo. ¿Porque queria acaso evitar hablar de su pasado, o de su llegada en Shizuka por ejemplo? Era como si le costara abrirse a la gente. Y quizas, era eso exactamente lo que me agradaba de el, que no era como todo el mundo.

Me quedé en silencio, ya no se me ocurria que decirle. ¿Se habría enojado acaso por la pregunta que le hice? En ese caso me gustaria disculparme, pero de alguna manera su presencia me cohibía.

Suspiré levemente, y me quedé mirando como revolvía su café una y otra vez, me hacia sentir que estaba bastante aburrido. Como encontrar una manera de romper el hielo que se habia formado en estos minutos.