Un día de descanso.

Crow se encontraba dentro de una de las piscinas de aguas termales, con media cabeza sumergida teniendo solo los ojos por fuera. Debido a su control elemental, podía meter aire bajo el agua y no ahogarse, así que podría permanecer en esa posición bastante tiempo más.

- Ughh... Ha sido un día bastante agotador... Al final ni he encontrado comida, tengo que cambiar de forma de vida... Quizás deba buscarme un trabajo... De cuidador de ranas... ¡Heh! - Hablaba Crow para si mismo mientras se colocaba boca arriba flotando en el agua.

En ese momento, Crow se percató de algo que hubiera preferido no haber visto, una rana estaba en el borde del estanque, su mirada se cruzó con la de Crow y, no se sabe si por malicia propia, pareció sonreír malvadamente y saltó al agua.
Crow saltó y salió corriendo de la piscina mientras gritaba como un niño asustado.

- ¡Maldita sea! ¡Te maldigo rana! ¡Has acabado con mi día de relax! - Maldecía el chico mientras se giraba para irse.

A punto de entrar a una de las salas del balneario donde pretendía pasar la noche, miró al cielo y sonrió, quedandose allí durante un rato, que se convirtió en una eternidad.

Crow se encontraba mirando al cielo, feliz por el simple hecho de poder observarlo. Pero de pronto, una voz le sacó de su trance y le hizo girar.

- Vaya, hola... - Se limitó a decir Crow con una sonrisa en la cara.

Aun no veía bien a la persona que se dirigía a el, había oscurecido en el tiempo que estuvo en el limbo. Así que encendió un poco de fuego en su mano para poder ver mejor.

- Si, tranquila, estoy bien, solo que me gusta mirar al cielo, es bonito - Dijo mientras volvía a mirar hacia arriba. - Me llamó Crow, Crow Thunderstorm, ¿y tú?- Concluyó.

La verdad es que Crow no esperaba a nadie en esa noche, pero una compañía para poder entablar conversación no vendría mal.

- ¿Qué te ha traído hasta aquí? - Preguntó Crow.

Crow se quedó mirando a la chica mientras ella se acercaba y cogía un poco de la llama que el había creado. Era una maga también.

- Encantado de conocerte, Ahiru. - Dijo Crow.

Luego, siguió escuchando a la recién llegada hasta que le tocó hablar a el. No solía hablar tan abiertamente con las personas, pero quizás las aguas termales hayan causado ese efecto en el, sea como sea, esa chica no le parecía nada peligrosa, por lo que no vio el motivo para mostrar su lado más tímido.

- ¡Heh! Yo... Yo no tengo casa, así que se puede decir que este balneario es mi casa por esta noche, no se a donde iré mañana o lo que haré, pero eso es lo que hago aquí, descansar por una noche... - Dijo Crow intentando mantener una sonrisa amarga. Notó el tono burlón de la frase, aunque no le importó demasiado, no solía hacer caso de las burlas ajenas.

- Entonces... También eres maga, aunque parezca mentira, no he visto a más de dos magos antes a parte de a mi mismo. - Decía Crow mientras giraba la cabeza para observar el bosque. - Dime... ¿Quién eres? - Preguntó Crow un tanto serio. - No me refiero al nombre. - Concluyó mientras miraba a los ojos a Ahiru, parecía simpática, así que Crow se dispuso a descubrir más sobre ella.

Mientras respondía a mi pregunta, me recosté sobre un pilar y fije mi vista hacia el techo durante unos minutos, luego volví a fijar mi vista en el y le dedique una sonrisa.

-Entonces eres algo así como un... ¿vagabundo?-

No pude evitar soltar una pequeña risita. Sin embargo, no poseía moral alguna para burlarme de el ya que me encontraba en la misma situación, o quizás en una peor. Llevaba días deambulando por todos lados y tratando de encontrar un lugar en donde establecerme pero sin éxito alguno. Me cruce de brazos y lo escuche mencionar algo que llamo completamente mi atención.

-¿Conoces a otros magos? ¿Quienes son?-

Estaba algo sorprendida y emocionada. Desde que había llegado a este lugar solo tenia una cosa en mente, encontrar algún familiar o alguien relacionado con mi clan. Pero antes de seguir acosándolo con tantas preguntas, me di cuenta de que su mirada se torno algo seria.

-Soy uno de los pocos magos que habitaban las montañas del norte y... baje a buscar... algo...-

Conteste algo dudosa, no era propio de mi hablar sobre de quien era y que buscaba en ese lugar. Así que el también tendría que aportar algo.

-Ya que constesté a tu pregunta lo más justo seria que me respondieras de igual manera. ¿Quien eres Crow?-

Aproveche ese pequeño instante para sentarme y mirar hacia un estanque que se encontraba frente a nosotros.

-Me sobra algo de tiempo así que... Te escucho-

Agregue mientras sonreía de manera victoriosa.

- Si, soy un vagabundo, has dado en el clavo, ¡haha! - Dijo Crow. - En cuanto a lo de los otros magos, uno de ellos era mi madre adoptiva, que fue asesinada en la guerra y quien me enseñó todo lo que sé. El otro fue un ayudante de esa misma persona, también murió en la guerra. - Crow no tenía ningún miedo en decirlo. Sabía que ocultar algo así no daba lugar a nada bueno.

Crow se quedó pensativo cuando dijo que buscaba algo, quiso preguntar, pero le pareció que sería demasiada confianza.

- Yo... Soy un mago normal y corriente que se dedica a vagar por el mundo sin rumbo y buscarme la vida con lo que pueda, simplemente eso. - Dijo Crow con una sonrisa.

Se quedó pensando un rato, parecía que iba a decir algo, pero se quedó en silencio y se limitó a observar a la pared.

Crow palideció un poco al oír el reto de Ahiru. Quería luchar contra el... Pero... ¿Por qué?
Crow sonrió con malicia y le dedicó una mirada a la maga.

- Está bien, compitamos pues... - Dijo Crow con fuego en los ojos. Algo en el había despertado, algo que no había salido en mucho tiempo, una emoción olvidada.

- ¿Dónde? - Preguntó Crow. La verdad es que quería luchar, no sabía por que, pero quería hacerlo, así que no lo dudó dos veces antes de decir que si. Siguió ahí, plantado, mirando a la chica esperando una respuesta. Giró la cabeza y miró al cielo. La noche le encantaba, era muy hermosa, así que el chico sonrió aún más.

"Podría ser divertido" Pensó.

- Me parece bien, allí nos veremos. - Dijo Crow.

Entonces, empezó a caminar hacia donde iba a pasar la noche y echó un último vistazo a su nueva rival. Le sonrió y se metió en su habitación.

Casi no pudo dormir de la emoción, algo extraño pasaba, estaba demasiado eufórico. Al final optó por inducirse el sueño a sí mismo con un hechizo y quedó profundamente dormido hasta el amanecer.

Se despertó bastante temprano, se vistió y fue directo al lugar donde se había pactado el enfrentamiento. Y allí esperó hasta que Ahiru llegara, casi impaciente.

"No suelo ser así, ¿qué demonios me pasa?" Pensó Crow. "Estoy super emocionado" Terminó.

Crow observó como Ahiru venía corriendo y se paraba frente a el pidiendo disculpas por la tardanza.

- Uhm, no pasa nada. - Dijo Crow sonriendo. Aunque la verdad, no podía esperar mucho más, nada más terminar de hablar, Crow se echó hacia atrás y se envolvió en llamas.

- Bueno, yo ya estoy listo.- Dijo con un tono peculiar.

Las llamas acariciaban todo el cuerpo de Crow, a punto de estallar por la batalla, iba a dar lo mejor de si mismo para luchar contra aquella nueva amiga. No se dejaría vencer tan fácilmente.

- Cuando quieras.- Dijo como ultima frase. Entonces se puso en una postura de lucha física y esperó a su rival.

Crow observó los movimientos de su rival con cautela y reconoció la carta de invocación y el hechizo de cambio de entorno.

"Interesante." Pensó.

Escuchó las palabras de Ahiru, así que combate a distancia ¿eh? pensó Crow, una sonrisa se esbozó en su cara y apagó el fuego, el cual solo lo había hecho para dar drama al asunto. Hurgó en su bolsillo y sacó una baraja de cartas, las desprendió de su paquete y estas empezaron a volar al rededor de él.

- Bien, yo también se algunos trucos.- Dijo mientras comenzaba a volar usando el elemento viento.

Alguna de las cartas empezaron a adoptar otros elementos, algunas se rodeaban de fuego, otras se volvían rígidas como rocas, otras rápidas como el viento... Había una gran variedad.

Su primer movimiento fue lanzar una carta de fuego a uno de los árboles, el cual empezó a arder, al final el fuego se expandiría por todo el bosque.

Justo después, lanzó una carta de viento a toda velocidad hacia la cabeza de su contrincante.

"Veamos como se las apaña." Pensó Crow.

Muy ingenioso de su parte, pensé mientras observaba como las llamas se expandían sobre los arboles. Sin aviso, una ráfaga de viento me golpeo por completo haciéndome caer de superficie de la rama.

-¡Zeus!-

Llame a mi hipogrifo el cual, para mi suerte, retuvo mi caída. Esto apenas estaba comenzando. Me levante y lance una carta hacia uno de los arboles la cual le dio vida propia a las ramas y raíces de este. Ellas se encargarían de aprisionarlo lo suficiente para poder dar el siguiente paso.

-No creas que sera tan fácil vencerme-

Prontamente invoque una ráfaga de lluvia la cual no solo serviría para apagar el fuego, si no que también me ayudaría con mi próximo ataque. Lance una carta la cual empezó a transformar cada gota de agua en lanzas de hielo que por supuesto, se dirigían hacia mi contrincante.

-Espero que no te lastimen...Mucho-

Reía, mientras me posicionaba otra vez sobre la superficie del suelo.

Crow mantuvo la calma mientras los arboles le aprisionaban y empezaba a llover, incluso cuando las gotas se transformaron en lanzas de hielo.

El chico concentró su poder e hizo estallar mucho fuego de su ser, destrozando las ramas que le rodeaban, cogió varias cartas de roca y las utilizó como paraguas de varias capas.

- Así es como se paran las lanzas con estilo. ¡Un paraguas retro!- Dijo Crow.

" Ese hipogrifo será molesto." Pensó. Justo después lanzó una carta de agua mojando las alas de la criatura. "Esto dificultará su vuelo"

Justo después se impulsó con el viento hasta situarse al lado de su rival, una vez allí, canalizó electricidad en un radio al rededor de su cuerpo a la vez que iba a golpear con un puñetazo a Ahiru.

- ¡Es hora de avivar la sangre!- Gritó Crow.

Crow estiró el puño pero para su sorpresa no golpeó nada, la chica había escapado sana y salva. Giró y se encontró con un golem lanzado rocas hacia el.

"Pero que..." Pensó Crow. Intentó esquivarlas como pudo, pero a pesar de sus esfuerzos, una de las rocas dio en su brazo y mano izquierda. Eso fue devastador, su único punto débil había sido golpeado. Su cabeza daba vueltas y perdió el control de su viento cayendo al suelo de bruces, su vista se emborronó, pero no iba a rendirse, se levantó con mucho esfuerzo, ya no habían cartas a su alrededor. Todas habían caído y se habían convertido en cartas normales de nuevo. En resumen, no tenía poder mágico.
Un sentimiento de miedo recorrió la espina dorsal de Crow, quien se estremeció mientras veía que otra piedra se dirigía hacia el, alzó la mano, un simple Aqua habría servido, pero nada salió de su mano, estaba acabado. Iba a morir en un combate amistoso, que patético...

Cerró los ojos y en su último intento logró hacer que un árbol desviara la piedra.

-Arf... Arf... Arf...- Jadeó Crow. Solo podía hacer una cosa. Sacó de su bolsillo una pildora regeneradora y se la tragó, su energía volvió en sí, pero aún estaba aturdido, así que se limitó a crear una bola de roca maciza y meterse dentro para aclarar su mente.

"Que voy a hacer..."

- Qué ingenua, yo también se usar agujero negros...- Dijo Crow en la espalda de Ahiru. - ¿Cómo no sospechaste?. - Preguntó.

Antes de dar tiempo a responder, Crow agarró la cabeza de su oponente y soltó una descarga eléctrica y puso un pequeño artefacto en ella sin que se diera cuenta.

- Es hora de mi venganza. - Dijo Crow en un tono bastante serio. Las cartas volvieron a revolotear a su alrededor y su dueño ordenó a una docena a atacar a su oponente con aire, fuego y electricidad. El chico estaba bastante agresivo. Cerró los ojos mientras sus cartas atacaban y concentró bastante poder en una onda de choque que lanzó contra su adversaria.

- Si esa onda te toca, tus órganos acabarán muy mal.- Dijo Crow observando a Ahiru.

Miró a su mano izquierda y se colocó varias cartas para protegerla de futuros golpes, debió haberlo hecho desde un principio pero se había despistado.

- ¿Qué harás ahora golondrina? Espero que no dejes que este cuervo te cace.-

Crow rió junto a su adversaria y permaneció inmóvil mientras esta realizaba su hechizo. Cuando hubo finalizado, Crow se dio cuenta de lo que podría pasarle así que activó el mecanismo que había colocado en Ahiru antes.

- Hacer hechizos es fácil si tienes al objetivo en mente pero...- Dijo Crow. - ¿Qué pasa cuando ese objetivo, se multiplica?.-Terminó de hablar y el mecanismo hizo efecto en los sentidos de Ahiru. Cientos de Crows se encontraban ahora en el lugar. Pero ¿cuál era el verdadero? Inmediatamente, el verdadero Crow se puso a preparar un contra hechizo el cual no tardaría en finalizar, pero por si acaso, ocultó su energía mágica para no ser detectado. Era un hechizo defensivo, así que no haría nada contra el rival, pero sabiendo el calibre de lo que Ahiru estaba haciendo, posiblemente se quedaría sin energías, como él. Ahora solo quedaba esperar a ver si a Crow le quedaban fuerzas después del contrahechizo.

-Y si esto me falla aún...- Dijo Crow para si mismo sin acabar.

Crow sintió el temblor, uno de bastante intensidad. Puso las manos en la tierra e intentó detectar su origen, y cuando descubrió lo que era paró de realizar el hechizo inmediatamente, ya no le hacía falta ese hechizo, pero lo había dejado preparado por si acaso, como último recurso. Encendió todo su cuerpo en llamas pareciendo un fénix, la forma de pájaro de fuego le encantaba.

- ¡Te invoco fénix! - Gritó por si Ahiru podía oírle, era una táctica para que, por si ella le veía, pensara que el fénix era una invocación, y no él mismo.

Una planta carnívora no era lo que Crow había esperado, pero teniendo en cuenta que el fuego era lo que mejor controlaba, le hizo bastante gracia.

"Ataca cuando quieras, plantita..." Pensó el chico. Justo después, empezó a volar a gran velocidad en círculos para crear un remolino que fuera absorbiendo la niebla y convertirlo también en un tornado de fuego. Toda su energía estaba en ello, así que no podría realizar más ataques, todo en uno. Sonrió para si mismo y terminó la frase.

- Si esto me falla, aún habrá sido divertido. - Dijo Crow.